“Me declaro culpable”, pero “no recuerdo lo que hice”, afirmó ayer Marcelo Tomaselli, acusado de haber matado de 11 puñaladas a su esposa, Carla Figueroa, en la primera sesión del juicio oral que tiene lugar en General Pico, La Pampa. La mujer, que tenía 19 años, había aceptado el “avenimiento” para que él pudiera salir de la cárcel donde estaba por haberla violado. La conmoción causada por el crimen, cometido el 10 de diciembre del año pasado, dio lugar a la eliminación de esa figura del Código Penal. Tomaselli sostuvo además que, la noche del crimen, “Carla me pidió disculpas por acusarme de algo que no hice”, refiriéndose a la violación, por la que había sido condenado con pruebas periciales. La propia madre del acusado declaró ayer que vio salir a su hijo “todo ensangrentado” del cuarto donde había estado a solas con Carla, quien, antes, la había mirado “como diciendo: ‘Sacame de acá’”.
El juicio oral por “homicidio agravado por el vínculo” se efectúa ante el Tribunal de Audiencia de General Pico –a 135 kilómetros de Santa Rosa–, integrado por Florentino Rubio, Fabricio Losi y Juan Alberto Abraham. Tomaselli, ya detenido, es asistido por el defensor oficial, Walter Vaccaro.
“La maté en la pieza, aunque no recuerdo nada, tampoco el cuchillo”, afirmó. “Me declaro culpable. Que me condenen por lo que hice y por las evidencias que tuve en mis propias manos”, admitió, pero sostuvo que, la noche del crimen, “ella estaba rara, quería hablar conmigo y no sabía por dónde empezar. Me pidió perdón por engañarme, me dijo que el bebé no era mío y me pedía disculpas por haberme acusado de algo que no hice”. Con esto último se refería a la denuncia que Carla había hecho por haberla violado, en mayo de 2011: comprobada pericialmente la violación, él había sido condenado a prisión por “abuso sexual agravado por uso de arma”.
Meses después, violador y violada solicitaron la liberación del primero para reiniciar la convivencia sobre la base del “avenimiento”. El pedido fue inicialmente rechazado por la Audiencia de General Pico, pero el Tribunal de Impugnación Penal de la provincia accedió, con el voto de los jueces Carlos Antonio Flores y Gustavo Adolfo Jensen. Una semana después de haber sido liberado, Tomaselli mató a su mujer.
Este año, el Congreso nacional eliminó del Código Penal el “avenimiento” en delitos de abuso sexual. El juez Flores está sometido a jury por su desempeño en el caso y el 28 de mayo fue suspendido en sus funciones; Jensen se jubiló, con lo cual evitó una situación similar.
Ayer, Rosana Muchiut, madre del acusado y único testigo presencial del hecho (además del hijito de tres años de la pareja), dijo que mientras se consumaba el crimen, ella estaba en la habitación contigua: “Mi hijo me dio al nene y vi a Carla parada, no le vi sangre pero me miró como diciendo: ‘Sacame de acá’. Yo me fui a la habitación con el nene, tenía miedo y quería protegerlo. Marcelo no era mi hijo, estaba transformado y los ojos como salidos para afuera, cerró la puerta y me imaginé lo peor, que la estaba matando”. Después Rosana lo vio salir “todo ensangrentado, y me dijo: ‘Ya está mamá, ¿no me das un beso? Mi corazón está aliviado’. Alzó al nene, se sentó y prendió un cigarrillo”.
En otro tramo de la sesión de ayer, se presentaron fotos tomadas por la policía en la escena del crimen; la hermana de Carla Figueroa –que interviene como querellante– sufrió una descompensación, y el tribunal, luego de un breve receso, dispuso que no se difundieran más imágenes.
fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-196710-2012-06-19.html