En el Ministerio de Gobierno, Justicia y Seguridad están evaluando la posibilidad de implementar un programa de becas similar al que la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Pampa puso en marcha, tiempo atrás, para tratar de que los jóvenes que delinquen sean capacitados en un oficio. Una alta fuente de la Casa de Gobierno admitió que existe un proyecto, aunque guardó estricto hermetismo y sugirió que en unos días podría haber novedades.
La posibilidad de impulsar esta idea se conoció después de que LA ARENA recordara el lunes esa experiencia de la APDH, en una nota donde tanto la Policía como la Justicia coincidieron en afirmar que, en Santa Rosa, los delincuentes activos que roban en viviendas no son más de un centenar y que de ellos unos 40 son los que reinciden con continuidad. Ese dato surgió de las estadísticas oficiales sobre quiénes ingresaron a la alcaidía y a las comisarías en los dos últimos años, desde que el nuevo Código Procesal Penal se puso en marcha el 1 de marzo de 2011. Incluso en ambas instituciones aceptan que conocen con pelos y señales los nombres de ese pequeño grupo, que no representa más del 0,10 por ciento de los habitantes de la ciudad.
Dos experiencias.
La Asamblea, en 2011, implementó el programa «Juntos a la par» -originalmente tenía otro nombre- a través de los subsidios oficiales que recibía la entidad. Así, durante cuatro meses, le otorgó becas mensuales de mil pesos a 27 jóvenes que habían estado detenidos por problemas judiciales; algunos de ellos, como los quemacoches de Zona Norte, con muchos antecedentes.
A cambio de ese dinero, los beneficiarios estaban obligados a capacitarse en un oficio, realizar tareas comunitarias y someterse al control de la APDH y de la Policía. De acuerdo a sus promotores, en ese lapso solamente uno volvió a robar.
Luego, en 2012, esa experiencia se repitió en el barrio Matadero, por otros cinco meses, con 13 jóvenes que se capacitaron en la Escuela 37 Los resultados fueron idénticos. Y la causa que impidió continuarlos, la misma: la falta de fondos. Porque la Asamblea debió redireccionar los subsidios al mantenimiento de las mujeres víctimas de violencia hospedadas en la Casa Juana Azurduy.
Ayer fuentes policiales recordaron que en la primera experiencia «hubo chicos que hasta pintaron tres veces una misma casa con tal de hacer algo», y que algunos de ellos están viviendo en el interior sin haber vuelto a reincidir en el delito.
El programa provincial de becas que se evalúa en la Casa de Gobierno apuntaría, en una primera etapa, a medio centenar de jóvenes de Santa Rosa, General Pico y General Acha. Incluso ya existiría una nómina extraoficial de posibles destinatarios. También se habla de que las becas serían de unos 1.500 pesos mensuales y de que, más adelante, se ampliaría a otras personas y a otras localidades.
