LA FISCALIA REGIONAL DE ROSARIO TIENE 200 HOMICIDIOS DOLOSOS BAJO INVESTIGACION
El fiscal Adrián Spelta valoró que los asesinatos disminuyeron respecto de 2013, y que en la mitad hay chances de identificar a los autores. Pero señala que aún falta incorporar recursos al nuevo sistema penal.
Por Lorena Panzerini
Antes de cumplir un año de funcionamiento, la Fiscalía Regional de Rosario cerró 2014 con 200 homicidios dolosos en investigación. Mientras que los cerca de 50 que se cometieron en la zona y alrededores entre el 1º de enero y el 10 de febrero cuando se puso en marcha la reforma penal son investigados en el sistema de conclusión de causas. El jefe de la Unidad de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, aseguró que la baja registrada por primera vez en los últimos años de entre el 7 y el 10 por ciento con respecto a 2013 (cuando hubo más de 260 hechos), es un dato «sumamente alentador», opinan los investigadores. Sobre ese número, indicó que alrededor de un 45 por ciento de las investigaciones tiene autores «individualizables», y remarcó que la unidad está trabajando actualmente con el 60 por ciento de su capacidad de recursos humanos. «Si tuviéramos todo el personal y fiscales que fija la ley, estaríamos mejorando la tasa de individualización de autores; que de hecho (en 2014) fue mejor que la del año anterior», señaló. Asesinatos como los de David Moreira, por linchamiento; Franco Casco, tras un hecho que investiga la Justicia Federal como desaparición forzada de persona; Norma Bustos, que era testigo en la causa por la muerte de su hijo Lucas Espina; el del policía Guillermo Morgans, y muertes en entraderas sorprendieron en 2014.
En enero del año pasado hubo 31 homicidios en 30 días; y ya se hablaba de que sería un año «preocupante». Por esos días también hubo niños baleados, incluso uno de los tiroteos terminó con la vida de Melani Navarro, de 5 años, en la villa Fuerte Apache, del barrio Tiro Suizo. También impactó la muerte de Jairo Trasante, hermano de Jeremías una de las víctimas del triple crimen de Villa Moreno durante los primeros días de febrero, cuando la lista local llegaba a 35. Tanto éstos como los que se perpetraron hasta el 10 de febrero están siendo investigados por el sistema conclusional o «antiguo sistema penal». En tanto, ese día comenzaron a trabajar los fiscales como investigadores de hechos delictivos, y ellos son los encargados de reunir pruebas a los jueces para que los acusados lleguen a juicio oral y público. En el primer mes de la puesta en marcha de la reforma ya se investigaban 30 homicidios.
Según las estadísticas de la Unidad de Homicidios Dolosos, las armas de fuego están presentes en más del 75 por ciento de los hechos. Casi todas son 9 milímetros y calibre 22. Las armas blancas, en menor medida.
«Evidentemente hay que buscar la manera de sacar las armas de fuego de circuito. Es increíble la cantidad que hay, cualquiera tiene una y los conflictos interpersonales se solucionan usándolas. Gran número de los hechos tiene que ver con una solución al conflicto entre gente conocida. Antes, frente a la carencia de un arma, se buscaban otras soluciones menos gravosas», reflexionó Spelta. Además, indicó que «cuando está presente un arma de fuego en un hecho determinado, surge un nuevo problema: la víctima de un ataque con arma de este tipo, o sus familiares, buscan vengar ese hecho también con un arma. Es un ida y vuelta de nunca acabar», lamentó el jefe de la unidad que tiene actualmente cinco fiscales, en turnos semanales.
Sobre las motivaciones que conducen a hechos de sangre que terminan con muerte, Spelta aseguró: «Estamos viendo que cuando hay problemas personales entre dos personas se solucionan de este modo. No vemos tanto el tema de las bandas, los territorios o negocios. La gran mayoría son problemas interpersonales». Sin embargo, aclaró que «algunos pueden estar relacionados con zonas territoriales o venta de estupefacientes».
En cuanto a las cifras de esclarecimiento de hechos que la semana pasada dio a conocer el Ministerio de Seguridad, Spelta dijo que manejan números «mayores a años anteriores». Y en ese sentido, habló de los recursos dentro de la Unidad: «Estamos trabajando con el 60 por ciento de los recursos. Como conclusión, cuando tengamos el cien por ciento del personal, vamos a estar mejorando el esclarecimiento de hechos», se esperanzó. Además, planteó que «hay mucha voluntad y ganas de todos los que trabajan en la fiscalía para suplir ese 40 por ciento que nos está faltando: fiscales, empleados y pasantes dejan todo ahí adentro, van a cualquier horario y se esfuerzan muchísimo».
El jefe de los fiscales de Homicidios indicó que cada fiscal de la unidad cuenta con dos efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) disponibles para sus causas. Incluso, la dirección de Inteligencia de esa brigada presta colaboración a la fiscalía en tareas concretas. «Contamos con los recursos que se esperaban, en este sentido», dijo. Aunque lamentó: «La contra más grande que tenemos hoy para el esclarecimiento de hechos es que no haya una ley de protección al testigo. Tenemos muchos casos en los que sabemos quién es el autor y no podemos judicializar un testimonio, porque los testigos tienen miedo. En la mitad de los casos no esclarecidos tenemos un autor mencionado pero no podemos hacer nada cuando nadie puede acusarlo. En la mayoría de los hechos, la víctima, el autor y el testigo viven en el mismo barrio», señaló. Y aclaró que en los casos que se pudo dar con el autor, mediante testimonios fue «porque los testigos son los propios familiares de la víctima a los que no les importa más que el esclarecimiento de esa muerte. Ahora, si los testigos son vecinos, amigos o conocidos, nadie quiere decir nada».
Cuando falta poco más de un mes para que se cumpla el primer año de funcionamiento del nuevo sistema penal, el fiscal se esperanzó con que en 2015 lleguen todos los recursos faltantes. «Esperamos tener el total de gente, según lo establecido por ley, y de esa manera poder cubrir todas las necesidades. De esa manera este sistema funcionaría muy bien», consideró.