Miércoles 04/07/2012 | 13:21 hs
Se trata de un proyecto a cargo de “El Vértice”, Asociación Civil que desde 2006 lleva adelante distintas actividades con los internos de la cárcel. La idea es facilitar la inserción laboral de aquellos que se encuentran próximos a salir en libertad y favorecer a las familias.
Satisfacción sienten por estas horas los miembros de la Asociación Civil “El Vértice” ya que, después de un profundo trabajo realizado en la Unidad Penal Nº1, el Superior Tribunal de Justicia de Corrientes acordó declarar de interés el plan para conformar una Cooperativa Textil y de Capacitación Laboral, de autoría de la organización. El objetivo de la iniciativa está ligado a la necesidad de facilitar la inserción laboral de quienes se encuentran próximos a salir en libertad y se ven en la disyuntiva de cómo reinsertarse en el sistema, no sólo para llevar una vida digna sino también para mantener a su familia. Todo empezó allá por el 2006 cuando un grupo de jóvenes inició visitas al Penal, con el objetivo de generar un espacio de participación e intercambio con los internos. El vehículo primeramente fue el ajedrez, pero sendas charlas con mate de por medio generaban la catarsis de estas personas privadas de su libertad y posibilitó que los miembros de “El Vértice” se palparan de la problemática que no sólo afecta a los presos sino a cada familia detrás. Fue así que al advertir la situación social del sector se dio inicio al camino de búsqueda para viabilizar una ayuda concreta. “La Cooperativa en definitiva lo que hace es sistematizar las actividades educativas y culturales que se venían llevando a cabo. Mediante este modelo cooperativista productivo consideramos que se favorecerá sumar la organización social de los internos, y surge además de la necesidad concreta de las personas en situación de cárcel. Tener laburo”, dijo a época Lucio Mauriño, titular de Gestión Estratégica de la Asociación. En ese contexto, Fabián Silvestri, Gonzalo Enríquez y Mauriño, miembros de la Asociación, buscaron respaldo en otras experiencias a nivel país. Mauriño consignó que adoptaron como modelo la experiencia de Kbrones, la primera cooperativa formada en contexto de encierro y llevada a cabo en la Unidad Nº35 de Magdalena. En tanto actualmente el proyecto correntino recibe el apoyo y asesoramiento de la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (FECOOTRA). De esta manera el proyecto incorpora la conformación de dos cooperativas asociadas para un emprendimiento textil. La primera de ellas confecciona las prendas fuera de la cárcel y la segunda las estampas dentro del penal. No obstante, actualmente la Asociación está abocada a gestionar un espacio para llevar a cabo la iniciativa, que a su vez no sólo apunta a la generación de empleo para las personas en situación de cárcel, sino también para aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social. Hace casi un mes se dio inicio a la capacitación a cargo del diseñador gráfico Claudio Santa Rosa y de un equipo de operadores en la materia de la Universidad Siglo XXI, en tanto resta definir ese detalle “no menor” que moviliza al grupo. Para la Justicia correntina el proyecto que se está ejecutando va en sintonía con un proyecto de “reforma integral del sistema carcelario provincial”. En virtud de ello el ministro del STJ, Alejandro Alberto Chaín, solicitó a sus pares se declare de interés el Programa Gráfica Textil para la Inclusión Social y la Inserción Laboral, instancia respaldada por Carlos Rubín, Guillermo Shemhan, Augusto Niz y César Sotelo, miembros del cuerpo.