El Superior Tribunal de Justicia resolvió, por unanimidad, que no existen motivos para abrirle un sumario administrativo al juez del Tribunal de Impugnación Penal, Carlos Antonio Flores, por sus dichos contra el procurador general, Mario Bongianino, durante el desarrollo del jury en el que fue absuelto.
Paradójicamente el impulsor del pedido, en su condición de presidente del jurado de enjuiciamiento, fue Eduardo Fernández Mendía, quien ahora como ministro STJ firmó el archivo de las actuaciones junto a sus pares Víctor Menéndez, Elena Fresco y Esteban Mustapich.
Flores debió afrontar un jury después de ser acusado de mal desempeño al otorgarle el avenimiento -una especie de perdón a requerimiento de una víctima de un delito sexual- a Marcelo Tomaselli, a pedido de su esposa, Carla Figueroa, a quien mató de once puñaladas a los pocos días de quedar libertad, a fines de 2011. Tomaselli, que fue condenado a prisión perpetua por el femicidio, estaba detenido e iba a ir a juicio ya que la joven de 18 años lo había acusado de haberla abusado. El caso tuvo tan impacto social que el Congreso eliminó la figura del avenimiento del Código Penal.
El jurado, en la parte resolutiva del fallo absolutorio, y a requerimiento de Fernández Mendía, había dispuesto darle intervención al Superior Tribunal de Justicia para que, a través de la Secretaría Legal, abriera un sumario disciplinario debido a que Flores podría haber cometido alguna falta cuando -al otorgársele la última palabra durante el proceso- cuestionó fuertemente al servicio de justicia y a algunos de sus funcionarios, aunque no pronunció nombres. Al que sí castigó duramente fue al procurador Bongianino, quien actuó como fiscal y fue su acusador en el juicio.
El STJ, por unanimidad de sus cuatro integrantes, dijo que Flores no incurrió en ninguna falta, que no había motivos para iniciarle un sumario y, por lo tanto, archivó las actuaciones.
Las palabras del juez.
¿Qué había dicho Flores de Bongianino, el mismo funcionario que hoy está siendo juzgado políticamente por mal desempeño en la investigación sobre la desaparición y posterior muerte de Sofía Viale, la nena de 12 años? Estas fueron algunas de sus frases a principios de octubre:
* A esta altura de mi vida creí que mi capacidad de asombro estaba colmada, pero me equivoqué al escuchar al procurador decir que debí imaginarme que a la víctima iban a matarla. Tal afirmación encierra un grado de hipocresía rayana con el cinismo.* Vemos a diario la cantidad de denuncias por amenazas y otros delitos que llegan a las fiscalías que él tiene a su cargo, algunas de ellas realizadas por mujeres, que son archivadas sin una mínima investigación. Por eso, en el derecho como en la vida, debemos ser serios y no caer en la demagogia y el fundamentalismo porque sino la balanza se estaría inclinando hacia un lado y así no hay justicia.* La bandera de los derechos humanos es un derecho universal a defender, no un método discursivo para descalificar. Digamos las cosas por sus nombres. Hoy muchos se rasgan las vestiduras por este hecho lamentable, y Bongianino y operadores judiciales y políticos, impávidos y expectantes desde las sombras, pretenden absurdamente responsabilizarme por la muerte de Carla. Son justicieros tardíos que no dijeron nada cuando el Poder Judicial no puso en marcha las oficinas para atender a las víctimas por falta de presupuesto. Son cómplices de esa negligencia y desinterés que tuvo la Provincia, durante años, sobre la violencia de genero.* Que Bongianino haya dicho que debí presumir que Tomaselli mataría a Carla es una aberración jurídica y humana, y que lo diga como procurador es más intolerable. No somos pronosticadores ni adivinos, pero si así lo entiende es porque no aprendió en la facultad ni en los cursos a los que asistió.* Intentar lavar la conciencia como experto en género de la primera hora… Su idea (por Bongianino) fue mentir sin que se note, pero su mentira es demasiado grande.