Pese a la modificación a la Ley 26.842, que busca frenar el tráfico de personas con fines de explotación sexual, el tema sigue siendo candente en el terruño que aún mantiene a las localidades del flanco norte a la cabeza del flagelo.
Según registros oficiales, en la localidad de Caleta Olivia existen 700 mujeres de origen dominicano, de las cuales sólo 7 no ejercen la prostitución.
El dato es absolutamente revelador, sobre todo teniendo en cuenta que muchas veces quienes provienen de ese país cuentan con títulos de enfermeras, médicas y otras licenciaturas, cuestión que marca a las claras el predominio de la discriminación que las pone en una situación de vulnerabilidad, y que las arroja hacia esta actividad ilícita.
Pero la Ley de Trata hizo importantes reformas. Básicamente, en su articulo 21, la norma expone que “se sustituye el Art. 125 bis del Código Penal, por el que dice que aquel que promoviere o facilitara la prostitución de una persona, será penado con prisión de 4 a 6 años, lo mismo si mediare el consentimiento de la victima.
Antes de la reforma, la ley hablaba del proxenetismo pero ahora va contra la prostitución y se pena a quien la promueve.
En la actualidad, cada municipio de Santa Cruz, a través de su área de Comercio y Bromatología, es el que está a cargo de otorgar las denominadas libretas sanitarias con las que las alternadoras pueden trabajar en los locales nocturnos habilitados.
Teniendo en cuenta la nueva ley, se entiende que quien facilita dicha libreta está además promoviendo un delito.
De hecho, uno de los escollos a la hora de poner en marcha el cese de esta habilitación es la necesidad de modificar ordenanzas, cosa que en breve podría poner en marcha la Subsecretaría de la Mujer.
Pero es preciso tener en cuenta que muchas mujeres migraron hacia los sectores VIPs, es decir, aquellos que siempre fueron ilegales y en donde no estaba contemplada la libreta de sanidad.
Asimismo, no todas las mujeres que ejercen la prostitución en Santa Cruz poseen liberta sanitaria, incluso estando en locales nocturnos habilitados.
Una particularidad que tienen las redes de trata, es precisamente la “rotación” de las victimas. Esto significa que, por lo general, en Santa Cruz una alternadora puede estar quince días en una localidad y de ahí migrar a otra, bajo la premisa de que no cree vínculos y ni quiera intente establecerse.
Este dato surge de los propios registros y averiguaciones de la cartera de la Mujer, que ha encontrado que en localidades muy pequeñas existe un número superlativo de mujeres prostituyéndose, cuestión que se da precisamente porque así lo indican los registros de las libertas otorgadas, pero no necesariamente significa que esas mujeres estén aún en la localidad.
Los informes preliminares que la Provincia posee, dan cuenta de la existencia de al menos mil mujeres ejerciendo la prostitución en la actualidad pero, además, las averiguaciones indican un cambio en la fisonomía del éxodo.
A la gran corriente dominicana, ahora le siguen la paraguaya y en el último tiempo la colombiana, al tiempo que de acuerdo a los datos que se presumen, aquello de que las mujeres que llegan a por estos lares para ejercer la prostitución son de provincias del Litoral y Cuyo -u otras regiones-, ha cambiado por cada vez más cordobesas, santafesinas y tucumanas.
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