El juez del Tribunal de Impugnación Penal, Carlos Flores, se defendió el miércoles ante el jurado de enjuiciamiento de la acusación de mal desempeño desde dos frentes: el legal y el sentido común. Repitió que actuó de acuerdo a derecho y con el convencimiento de que el otorgamiento del avenimiento era la mejor solución para la pareja que formaban Carla Figueroa, Marcelo Tomaselli y el pequeño hijo de ambos.
Pero también planteó -según dejaron trascender fuentes confiables- que un juez no puede hacerse cargo de las conductas futuras de una persona, y se preguntó porqué sus colegas piquenses autorizaron a la mujer a visitar a Tomaselli cuando estaba detenido en la alcaidía, después que ella lo denunciara por violación.
«En ningún momento pareció querer atacar a sus colegas, pero sí buscó dejar en claro que se tomaron una serie de resoluciones que, a su criterio, no se ejecutaron -acotaron las fuentes-. ¿Cuáles? Por ejemplo, que uno de los puntos de la resolución del TIP dando lugar al avenimiento, decía que los jueces de Audiencia de General Pico debían imponerle a ambos una serie de reglas de conducta y que, además, tenían que realizarles controles ambientales y psicológicos para tratar de evitar nuevas situaciones conflictivas; pero que ello no se hizo».
Justamente ese punto habría generado un debate dentro del jurado, teniendo en cuenta que el tribunal piquense le otorgó la libertad a Tomaselli cuando aún no había vencido el plazo que tenía la fiscal Ivana Hernández para recurrir el dictamen de Impugnación. Por lo que se supo, estarían quienes piensan que la resolución del TIP obligaba a liberar inmediatamente al imputado, y quienes creen que antes debieron disponer los controles.
Flores fue denunciado por los diputados provinciales por mal desempeño porque otorgó, a pedido de Figueroa (18 años), el avenimiento (o perdón) a favor de Tomaselli (26). La pareja se había casado cuando Tomaselli aún estaba preso y éste terminó mató a la mujer de once puñaladas apenas seis días después de que el Tribunal de Audiencia le concediera la libertad.
El juez del TIP estuvo dos horas el miércoles, ante el jurado de enjuiciamiento, dando explicaciones y se diferenció del otro denunciado, Gustavo Jensen, quien prefirió jubilarse anticipadamente antes que afrontar el proceso.
Las fuentes expresaron que Flores, desde lo legal, insistió en que actuó de acuerdo a derecho, que la figura del avenimiento estaba vigente, que no puede juzgarse a un juez por sus opiniones y que la Ley de Jurado de Enjuiciamiento exige que el mal desempeño sea reiterado, algo que no ocurrió en este caso porque solamente le imputaron esa causal en un expediente.
«El aceptó que puede haber otra mirada del tema y hasta otra solución, y destacó que de hecho existió un voto en minoría (del juez Pablo Balaguer, lo que obligó a Jensen a desempatar), pero en todo momento sostuvo que su resolución no fue ilegal y que si eventualmente se equivocó, en la justicia existían vías recursivas para modificar un pronunciamiento», agregaron las fuentes.
«En criollo -concluyeron las fuentes-, no le esquivó al bulto, pero dijo una y otra vez que actuó a conciencia y que consideró, durante la entrevista personal que mantuvo con Carla, que su pedido fue sincero y que lo hizo sin estar presionada».