Hoy, en la localidad de San Martín, los vecinos bonaerenses tendrán la oportunidad de comenzar a debatir y plantear ideas y soluciones para el trazado de una política provincial en torno a la cuestión seguridad. La iniciativa fue bautizada Primer Foro para una Seguridad Democrática y es la primera acción de un programa pensado y puesto en marcha desde la presidencia del Senado bonaerense (La Legislatura sale a la calle). Arranca este miércoles en la sede de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).
En ese primer encuentro, el punto a discutir, con “actitudes propositivas”, como subrayaron quienes asesoran al titular de la Cámara Alta y vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, será el proyecto del jefe de Estado provincial, Daniel Scioli, para la creación de una Policía Judicial; y, para darle inicio a esta suerte de reflexiones compartidas al respecto, podría afirmarse que la decisión de comenzar nada menos que en San Martín es tan significativa como auspiciosa.
Si los expertos en seguridad preocupados por englobar el problema en términos políticos, sociales y culturales coinciden en calificar a la estructura y el funcionamiento delictivo de la provincia de Buenos Aires como una “madre de todas las batallas” en función de la convivencia institucional, no son menos contundentes cuando afirman que aquel distrito del norte del Conurbano es la zona más caliente del crimen organizado, por su ubicación geográfica y por años de consolidación del modelo de corruptela policial implantado por la dictadura militar.
Lo que el general Camps, en su rol de jefe de la Bonaerense del régimen genocida, inventó como esquema operativo para la comisión de crímenes de lesa humanidad; tras la recuperación del orden constitucional, en 1983, fue perfeccionándose bajo otro paradigma, al cual, justamente en San Martín, en ocasión del primer aniversario de la (segunda) masacre de José León Suárez, Mariotto definió como red de complicidades entre el crimen organizado, elementos policiales y políticos. El titular del Senado provincial lanzó ese desafío desde un tribuna pública, a la vez que demandó el remplazo de la jefatura policial de San Martín, decisión que efectivamente tomó el gobernador Scioli pocos días después, relevando al cuestionado comisario mayor Mario Briceño.
Mariotto mastica la idea de poner en funcionamiento un programa de seguridad democrática desde el minuto cero de sus funciones como vicegobernador. Dos días después de la asunción gubernamental en la provincia, y tras los episodios de represión policial a un grupo de militantes que concurrieron a los actos, ordenó la expulsión de los efectivos de la Bonaerense del ámbito senatorial, aduciendo que, como las universidades, la Legislatura es un lugar para el debate de ideas, no para los palos y las armas. Pocas semanas después, y a partir de una serie de reuniones con organizaciones sociales y familiares de víctimas del “delito policial”, pidió la intervención de una comisaría de Florencio Varela, hecho que se concretó por decisión de Scioli. Fue el principal impulsor de la Comisión Investigadora del Senado bonaerense para el denominado Caso Candela –hecho emblemático de complicidades entre narcos, policías y funcionarios políticos–, la que acaba de anunciar que, en aproximadamente un mes, dará a conocer sus primeras conclusiones; y de la reciente decisión de la Secretaría de Enjuiciamiento a Magistrados y Funcionarios, para integrar el tribunal de juicio político al fiscal jefe de Morón, Federico Guillermo Nieva Woodgate, curiosamente protegido por la procuradora general de la provincia, María del Carmen Falbo, pese a estar acusado por delitos de lesa humanidad durante la dictadura y de ser pieza importante en el entramado de corrupciones policiales, tal cual se desprende del propio “caso Candela”.
Antes de ayer, el vicegobernador trató una amplia agenda de trabajo con una delegación de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) –Hugo Cañón, Alejandro Mosquera, Fortunato Mallimaci, Emilce Moler, Roberto Cipriano y Sandra Raggio–. Esa institución participará activamente en los foros que se inauguran hoy en San Martín para tratar la creación de una Policía Judicial, con la idea de plantear “la necesidad de mantener los instrumentos de control institucional sobre la nueva fuerza, que fueron retirados del texto en el proyecto que envió Scioli al Senado”, según palabras de los representantes de la CPM. En la reunión con Mariotto también se abordaron temas como prevención de la tortura y la necesidad de darle autonomía a la defensoría pública.
No es un secreto que la política de seguridad que Ricardo Casal lleva adelante, como también la gestión de Falbo y el desempeño de varios fiscales y jueces lo están dejando muy mal parado a Scioli, puesto que su cuestionado ministro suele ser mencionado como el responsable último de la existencia de la trama de complicidades con el crimen organizado, y de permanentes y graves violaciones a los Derechos Humanos en la provincia.
“Después de 35 años de haber salido de aquella noche tan negra que fue la dictadura militar, nosotros tenemos denuncias de que dentro de las cárceles de la provincia siguen aplicándose torturas. Entonces este sistema político, este gobierno nacional, el provincial y fundamentalmente el Senado y esta nueva camada de dirigencia, estamos dispuestos a trabajar muy fuertemente para que eso se termine”, le dijo hace pocos días el senador provincial Emilio López Muntaner a la agencia pública de noticias AgePeBa.
Por otra parte, el propio vicegobernador bonaerense reconoció que el programa de foros que comienza hoy en la UNSAM y se replicará sobre todo el territorio de la provincia, para tratar tanto el tema seguridad desde una perspectiva democrática como otros que concitan el interés ciudadano, se inspira en lo que él mismo llevó adelante –cientos de mesas de discusión en todo el país– como último interventor del COMFER, cuando su tarea consistió en buscar el mayor consenso social posible para la finalmente sancionada Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Ayer no se había confirmado si el gobernador será hoy de la partida en San Martín, pero todo indica que está desarrollándose una suerte de “sintonía fina” entre él y su vice. Sobre la machacona postura del supuesto comisariato político por parte de Mariotto sobre Scioli, el viernes pasado el titular del Senado provincial bromeó ante las cámaras de C5N: “No fui policía ni comisario ni cuando de pibe jugaba al poliladron.”
Llama también la atención la creciente ofensiva crítica del bloque mediático hegemónico sobre la figura del gobernador, según se desprende de los dos últimos análisis publicados en la sección Medios de la ya citada AgePeBa, “La Nación insiste en enfrentar a Scioli con los intendentes” y “Fuerte embestida contra Scioli”, consultables en la página <www.agepeba.org>. La derecha no quiere sintonías finas.
Fuente: http://tiempo.infonews.com/2012/03/21/editorial-70849-erradicar-la-inseguridad-con-democracia.php