Los dos subcomisarios detenidos en el marco de la causa en la que se desbarató una banda que robaba autos en el conurbano bonaerense y los traía a Rosario para desguazarlos o venderlos como mellizos, quedaron comprometidos por escuchas telefónicas en las que surge que obligaron a un ladrón a transferirles un auto a cambio de su libertad.
Se trata de los subcomisarios Marcelo Gustavo Godoy y Pablo Javier Sosa, jefe y subjefe respectivamente de la comisaría 8ª de San Isidro, dos de los presuntos integrantes de la banda que lideraba Esteban A., quien fue apresado por agentes de Gendarmería Nacional el viernes último en Rosario en el marco de 27 allanamientos en los cuales se secuestraron numerosas autopartes, 31 vehículos y 7 armas de fuego (ver aparte).
La investigación estuvo a cargo del fiscal de San Isidro Patricio Ferrari y es un desprendimiento de la causa por la que en octubre de 2011 terminó preso por encubrir a ladrones el jefe distrital de San Isidro, comisario inspector Raúl Papa.
A raíz de intervenciones telefónicas, el fiscal Ferrari escuchó a miembros de la banda y en ese contexto descubrió cómo los responsables de la comisaría de Villa Adelina liberaron a uno de los ladrones a cambio de un auto. El hecho ocurrió el 10 de mayo luego de que le robaran a Silvia Irene Goldín un Volkswagen Gol en la puerta de su casa de la localidad de Carapachay, partido de Vicente López, donde la mujer fue herida a culatazos.
Luego de ese hecho, uno de los ahora detenido en la causa, Mauro Fabián Díaz, fue interceptado por la policía y trasladado a la seccional de Villa Adelina donde, según el fiscal, Godoy y Sosa le exigieron 20.000 pesos para liberarlo o la entrega del Citroën C3 con el que fue apresado. Toda la negociación con los delincuentes fue registrada en escuchas volcadas en el expediente ya que el propio subcomisario Sosa se identificó y habló a través del Nextel de Díaz con amigos del detenido para que juntaran la plata, sin saber que la línea estaba intervenida.
«Te explico por qué te llamó a vos este muchacho hoy. Como te habrá dicho, tiene un problema. El dice que estaba la posibilidad de vender su auto. La única forma de que éste se vaya es esa. No tenés que ser muy rápido para darte cuenta que los tiempos son cortos para nosotros. Si tuviera los 08 ni siquiera estábamos hablando vos y yo», dice Sosa en diálogo con uno de los cómplices del detenido, según se conoció ayer. «Yo hago todas las cosas para que lo larguen, yo no puedo hacer dos cosas, no lo puedo aguantar hasta mañana. Esto es un tome y traiga, vos te llevaste la tuya, yo me lleve la mía y se acabó el problema», afirma el jefe policial.
Luego, el imputado Díaz, ya liberado, les contó a sus cómplices que en la comisaría lo golpearon y que le tuvo que transferir el Citroën C3 al jefe de esa dependencia para que lo liberen. «Se lo quedó el taquero el auto. Che, estoy golpeado por todos lados, para colmo la gorra me dio una paliza, hasta que hablé con el taquero, sabés cómo me… Sí, arreglé que se quede con el auto el taquero y se lo quedó», dice Díaz en las escuchas.
Tanto el fiscal Ferrari como la investigación de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad establecieron que Díaz les dejó a los subcomisarios los formularios 08 firmados en blanco para transferir el Citroën C3 del delincuente que fue secuestrado en la casa de una amiga del subcomisario Godoy.