El pasado viernes se realizó la audiencia por los hechos que habrían ocurrido el 10 de octubre de 2011, poco después de la 1:45, cuando personal del Comando Radioeléctrico interceptó a un grupo de jóvenes que transitaban por la Avenida Ameghino. Un joven, mayor de edad, tenía entre su ropa un arma calibre 22. Por tal motivo, los demoraron, secuestraron el arma y solicitaron apoyo para trasladarlos hasta la Comisaría Segunda.
Durante el traslado, la Fiscalía sostiene que los detenidos habrían sido sometidos «a severidades innecesarias e inhumanas, tales como impedir que vean por donde son conducidos, golpes en sus rostros y manifestaciones humillantes». Al llegar a la seccional policial, los ingresaron por el sector del patio, llevándolos al pasillo que conduce a los calabozos, lugar donde eran esperados por un grupo de 5 o 6 policías uniformados, encapuchados o con sus rostros semicubiertos, quienes los recibieron aplicándoles abusivamente, golpes de puño, patadas, bastonazos, para luego ingresarlos a algunos a un calabozo mientras que el resto es dejado en el pasillo anterior.
En ese lugar los someten insultos y amenazas humillantes. Los obligaron a quitarse la ropa y siguieron golpeándolos, esposados, de frente hacia la pared o de rodillas.
Los tratos vejatorios habrían persistido durante el traslado de algunos de ellos al hospital para su revisión médica. Mientras los golpeaban los amenazaban para que no contaran lo sucedido al personal médico que los atendiera ni a sus padres cuando los fueran a buscar.
La Fiscalía continuará la investigación hasta concretar la acusación pública, para lo que cuenta con un plazo de seis meses. Son investigados Ismael E. Cerda, Raúl Armando Huera, Leandro Alexis Moliné, Carlos Demián Albiar, Sergio Hernán Reyes, y Andrés Martín Ramírez.