Las condiciones infrahumanas a las que eran sometidos detenidos alojados en unidades carcelarias federales, que quedaron al descubierto en visitas a los penales hechas por jueces y fiscales, ya provocaron el relevo de, por lo menos, un jefe penitenciario.

Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales. El director nacional del Servicio Penitenciario Federal,Alejandro Marambio , desplazó al jefe del Complejo Penitenciario Federal (CPF) IV de Ezeiza, Alberto Montenegro, y en su lugar designó a la subprefecto Sonia Álvarez, que ocupaba la subdirección de la cárcel de mujeres más grande del país.

Según el Sistema de Coordinación y Seguimiento de Control Judicial de Unidades Carcelarias, integrado por funcionarios judiciales, una presa estaba golpeada y aislada en una celda destinada a cumplir sanciones.

Esto se suma a las pésimas condiciones en las que fueron encontrados 12 presos del penal de Marcos Paz, de lo que LA NACION informó ayer. La situación, descubierta en una sorpresiva visita de jueces y fiscales, derivó en la clausura de un pabellón de la prisión.

Según informaron a LA NACION fuentes del SPF, Marambio desplazó a Montenegro por no haber hecho la denuncia penal y dar aviso a la superioridad de que una interna había sido golpeada por otra mujer detenida.

El CPF IV de Ezeiza había sido visitado el 11 de este mes en forma sorpresiva por el presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, Gustavo Hornos, y por los magistrados integrantes de la Subcomisión de Ejecución Penal de la Cámara de Casación Sergio Paduczak y María Cristina Deluca Giacobini. Para ellos hubo más irregularidades que la no presentación de la denuncia penal y la falta de aviso a la superioridad.

«En un primer momento, llamaron la atención la falta de higiene, la deficiente alimentación, las quejas por la falta de atención médica y la permanente presencia de cucarachas. Luego aparecieron varias irregularidades graves, como una mujer aislada y golpeada en una celda para el cumplimiento de sanciones, sin que esas circunstancias hubieran sido documentadas. También se observó a una joven encerrada en una celda del sector psiquiátrico, profundamente dormida, bajo los efectos de una fuerte medicación. Se recibieron quejas concurrentes de maltratos y se advirtió un ambiente de tensión y preocupación», explicaron en un documento fuentes del Sistema de Coordinación y Seguimiento del Control Judicial de las Unidades Carcelarias, creado por Hornos.

Como consecuencia de la visita de los jueces fue relevado Montenegro. Además, según agregaron las fuentes consultadas, la interna que estaba golpeada y aislada no recibió sanción alguna y la detenida que estaba alojada en el sector psiquiátrico recibió el alta médica.

Fuentes del Sistema de Coordinación y Seguimiento del Control Judicial de las Unidades Carcelarias celebraron la «inmediata respuesta de Marambio» para intentar solucionar las serias irregularidades detectadas durante las visitas.

«Cada poder del Estado debe asumir y cumplir el rol prescripto en la Constitución nacional. En este caso, el Poder Judicial debe velar por los derechos de las personas privadas de la libertad y es lo que estamos haciendo», afirmó Hornos a LA NACION.

Como informó LA NACION en su edición de ayer, después de la recorrida en el CPF IV, Hornos y los jueces Mariano H. Borinsky, Paduczak y Martín Vázquez Acuña, los representantes de la Procuraduría contra la Violencia Institucional (Procuvin) Abel Córdoba y Roberto Cipriano García, y Germán Artola, en representación de la Defensoría General de la Nación, concurrieron al CPF II, en Marcos Paz, donde descubrieron una situación alarmante.

Doce presos estaban alojados en calabozos individuales sin electricidad, sin baño y sin tener la posibilidad de asearse durante, por lo menos, tres meses. Todo ocurría en el pabellón 7 del módulo 1, donde los reclusos debían deshacerse de sus excrementos por «una pequeña ventana». Después de la visita, el lugar fue clausurado y se ordenó que los internos recibieran atención médica, psicológica y alimentos.

«Fue un momento fuerte. Se percibía que esas celdas no estaban en condiciones de ser habitadas. Cuando uno se encuentra con este panorama tiene que dar inmediatamente soluciones», sostuvo el juez Paduczak, en declaraciones a Radio Continental.

Además, Paduczak se refirió a la situación carcelaria global, al remarcar que el «SPF no se caracterizaba en general por tener en los últimos tiempos problemas de superpoblación, y ahora los está teniendo».

«TODO ERA DENIGRANTE»

Córdoba, representante de la Procuvin, afirmó a LA NACION: «Lo que observamos en la cárcel de Marcos Paz era la comprobación de una situación extrema. Estamos ante la degradación del ser humano. Todo lo que vimos era denigrante».

El funcionario judicial no descartó que situaciones similares puedan ocurrir en otras cárceles del país.

En Marcos Paz, según informaron allegados a Marambio, se cambió al director hace tan sólo cinco días. Es decir, pocas horas antes de la visita de los funcionarios judiciales. «Será el nuevo director quien encare los cambios en el Complejo Penitenciario Federal II, para evitar que se repitan condiciones de alojamiento semejantes a las descriptas en la nota [por la publicación de ayer en LA NACION].

La función del Sistema de Coordinación y Seguimiento del Control Judicial de las Unidades Carcelarias, que cuenta con la intervención como actuaria de la prosecretaria de Cámara Federación de Casación Penal. Lorena Fusco, «es la de velar por el respeto de los derechos y garantías de los condenados a pena privativa de la libertad», según explicaron las fuentes judiciales..

 

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