La Cámara de Diputados empezó a discutir ayer, en una reunión conjunta de comisiones, una reforma penal para agravar las penas de los femicidios. Se consensuó un dictamen en el cual se incorpora como agravante si el autor “mantenía o hubiera mantenido una relación de pareja con la víctima”, –independientemente de que estuviera legalmente casado–, y si el asesinato fue cometido por “odio de género”. En ambos casos, se castigará con la pena máxima de prisión o reclusión perpetua como cuando el homicida es el marido. Actualmente, en los femicidios perpetrados por un novio o ex pareja no se aplica el agravante del vínculo.
“Es un avance. Se apunta a visibilizar los asesinatos de mujeres por el hecho de ser mujeres”, señaló a Página/12 la diputada Marcela Rodríguez (Democracia Igualitaria y Participativa), autora de uno de los ocho proyectos presentados en la Cámara baja. Otras propuestas pertenecen a legisladores del Frente para la Victoria, el Frente Peronista y el GEN. Se acordó que el texto volverá a analizarse en una próxima reunión convocada para el jueves para mejorar su redacción e incorporarle algunas otras propuestas en danza, como la inclusión de “femicidio vinculado”, es decir, el producido contra un tercero con el objetivo de hacerle daño a su cónyuge o pareja. Se refiere fundamentalmente a los casos en los que son asesinados los hijos de la pareja en venganza por la ruptura del vínculo conyugal.
“Era mejor que quedara como una figura penal autónoma, ya que ahora dependeremos de los jueces que quieran aplicarlo, allí sabemos que será la segunda lucha, la ‘justicia patriarcal’. Ahora hay que redoblar esfuerzos para la pérdida automática de la patria potestad del femicida, más otras leyes adicionales que faltan. Además, es necesario mayor presupuesto para asistencia directa a las víctimas, información, capacitación. Y una reforma educativa que incorpore en todos los niveles esta temática será lo que garantizará que comience a disminuir la violencia sexista hasta su erradicación definitiva”, opinó Fabiana Tuñez, de La Casa del Encuentro, una ONG que coordina el Observatorio de Femicidios en la Argentina.
El tema se debatió a sala llena en una sesión plenaria de las comisiones de Legislación Penal y de Familia, presididas por los kirchneristas Oscar Albrieu y Silvia Risko. El dictamen modifica el artículo 80 del Código Penal en su inciso 1, estipulando que se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua al que matare “a su ascendiente, descendiente, cónyuge, o a la persona con quien mantiene, haya mantenido, o haya infructuosamente pretendido iniciar una relación de pareja, sabiendo que lo son”. En la legislación actual la redacción sólo se incluye a “ascendiente, descendiente o cónyuge”. El otro inciso del artículo 80 que se reformaría es el que impone reclusión perpetua o prisión perpetua al que matare “por placer, codicia, odio racial o religioso”. Se agregó a continuación “o de género”. Albrieu explicó que “la iniciativa busca adecuar a nuestro sistema penal normas específicas para sancionar las muertes de mujeres por el hecho de ser mujeres”.
“En nuestro país no sólo han crecido las denuncias por violencia contra las mujeres, sino que además los femicidios siguen en aumento año tras año”, agregó.
Para elaborar el dictamen se analizaron los proyectos de los diputados Diana Conti (FpV), Marcela Rodríguez, Gustavo Ferrari (Frente Peronista), Sergio Pansa (FP), José Mongelo (FpV), Ivana Bianchi (FP), Gerardo Milman (GEN), Adela Segarra (FpV) y Celia Arena (FpV), entre otros.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-190587-2012-03-28.html