El procurador Penitenciario de la Nación, Francisco Mugnolo, defendió ayer los traslados temporales de presos para la realización de actividades culturales. “Esto es algo bueno, es virtuoso”, enfatizó Mugnolo, quien dijo que esas salidas apuntan a la reinserción social de los reclusos y dejó en claro que siempre se hacen con autorización judicial. El ex ministro de Justicia León Arslanian, por su parte, encuadró los traslados en la ley de ejecución penal y afirmó que “es una aplicación a primera vista de buenos propósitos y de buena finalidad”. María Eugenia Vidal y Sergio Massa se pararon, en cambio, en otra vereda: la vicejefa de Gobierno porteña consideró que “usar presos para hacer política es el colmo del clientelismo” y el intendente de Tigre pidió “no generar la sensación de que hay impunidad”.
Mugnolo se refirió a los traslados temporales de presos y precisó que “los grupos que salen tienen dentro de la cárcel un comportamiento importante alrededor de actividades concretas de participación y resocialización”. “Si su participación interior en la cárcel en grupos culturales, de teatro, de música, de pintura y demás es verificable y después el resultado de esas actividades puede presentarse ocasionalmente afuera, no está mal, está en las facultades de los jueces”, completó el funcionario.
La Procuración Penitenciaria de la Nación precisó también a través de un comunicado que “la concesión tanto de las salidas transitorias como del régimen de semilibertad es competencia del juez de Ejecución”. El mismo Mugnolo refrendó eso y también que la ley que determina que los presidiarios no pueden ser beneficiarios de las salidas transitorias hasta no cumplir la mitad de condena “se cumple en todos los casos y se hace con control judicial”.
Arslanian consideró que los traslados con fines culturales tienen “buenos propósitos”, aunque analizó que “han elegido muy mal los casos”, en alusión a las salidas del ex baterista de Callejeros Eduardo Vásquez y del barrabrava Rubén “Oveja” Pintos. El ex ministro de Justicia planteó la necesidad de establecer “regulaciones que se hagan cargo de este tipo de situaciones y de estas salidas”.
“Estamos de acuerdo con las políticas de reinserción social, pero no se pueden usar para hacer política”, se diferenció Vidal. Y no sólo dijo que “usar presos para hacer política es el colmo del clientelismo”, sino también que Vásquez es “un asesino que quemó viva a su mujer”.
La voz de Massa también fue disonante: dijo que “siempre se apunta a que todo el mundo tenga una segunda oportunidad”, pero remarcó que “es clave como sociedad que entendamos que las leyes están hechas para ser cumplidas y que las sanciones están hechas para ser aplicadas”. “Lo más importante que tenemos que hacer como sociedad, tanto en los temas de violencia familiar como en los temas de cumplimiento de condenas, es cumplir la ley”, remató.
fuente http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-200214-2012-08-03.html