VIEDMA (AV)- El comisario inspector Manuel Cabrera, de larga trayectoria y amplia capacitación, que actuó como perito durante muchos años y que fue desplazado recientemente de la plana mayor de la Policía, emitió fuertes críticas a las políticas de seguridad y manifestó que sólo hubo un cambio de nombres pero no de paradigmas ni modelos.
El actual gobierno «prometió revisar caso por caso de los funcionarios y empleados, evidentemente nunca fue así. Desplaza personal policial sin haber realizado un diagnóstico y evaluado una reubicación si corresponde», sostuvo Cabrera.
«Los diferentes diseños institucionales poco reflejaron el sentir comunitario, asignándole -a la policía- deliberadamente una perjudicial estructura organizativa y funcional, de notable sobredimensionamiento a la vez que burocratizada e impidiéndole dedicarse a su misión real y especial cual es la de promover o participar en todas las acciones dirigidas a adelantarse a la comisión del delito con un perfil inequívocamente democrático», indicó.
Enumeró además que las «dificultades del modelo son los conflictos con la comunidad, distanciamiento, inadecuada estructura institucional, desempeño exclusivo de tareas operativas, eliminación de oportunidades, descontrol del accionar de la delincuencia, desprotección, violaciones a los derechos humanos, corrupción, precaria capacitación profesional, influencia política, influencia de los medios de comunicación, falta de recursos financiero y de sistemas y medios logísticos para cumplir la misión específica».
Además de cuestionar la falta de capacitación del personal policial, Cabrera indicó que «son notables los comentarios de los agentes policiales, quienes no encuentran en la mayoría de sus superiores, al funcionario referente y líder que los conduzca con profesionalismo, honestidad y respeto. Desde sus cómodos despachos estatales, están más preocupados en la opinión publicada de la prensa o de los sectores de oposición política que de la opinión de la gente o del esfuerzo y la vida de los agentes policiales».
Acusó al poder político de influir de manera perjudicial «avanzando sobre la institución policial con designios ideológicos, partidistas, coyunturales y electoralistas que nada tienen que ver con su misión».
También criticó cuando los medios de comunicación se orientan «a la mera comercialización de resultados o provocar la alarma social».
El perito y licenciado en Ciencias de Criminalística y Criminología, alertó también acerca de los bajos salarios y la falta de recursos para la policía.