La ministra de Seguridad, Nilda Garré, renovó las críticas de la Nación a Santa Fe por el «accionar de bandas de narcotraficantes» en la provincia y señaló que el despliegue de esa actividad «suena a zona liberada». La durísima declaración de la funcionaria vuelve a oscurecer la relación entre la Casa Rosada y la administración de Antonio Bonfatti, a pocas horas de que ambos se vean las caras durante un acto que se realizará en Villa Constitución.
Garré señaló que hay una «continuidad de influencia» en la fuerza de seguridad provincial del ex jefe de la policía Hugo Tognoli «y sus vínculos con el narcotráfico». La ministra, apuntó que era importante «el accionar de bandas de narcotraficantes en Santa Fe» y señaló que esa situación «suena a zona liberada y algo de eso hay».
En ese marco de referencia, la ministra (ex compañera de ruta de Bonfatti y Hermes Binner en el Frepaso) mensuró que «hay una continuidad en la influencia en la fuerza de ese señor (por Tognoli) y sus vínculos con el narcotráfico. Y ya hay peleas por el territorio en Rosario y sur de Santa Fe, por ejemplo, entendemos y estimamos más peligrosa. Una situación de accionar de bandas de narcotraficantes muy grave».
Queda claro con estas afirmaciones que la Nación profundizó sus diferencias con la gestión del socialismo en Santa Fe, en torno a la investigación judicial sobre Tognoli, acusado de dar protección a narcos en la provincia. Sin embargo, el viernes, el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, se había reunido con la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, buscando un símbolo de paz en medio del fortísimo avance del kirchnerismo que, por medio del diputado nacional Andrés cuervo Larroque, había tildado de «narcosocialismo» al gobierno provincial.
Ese viernes, Lamberto dijo que «los chisporroteos políticos» con el gobierno nacional a partir del narcoescándalo «son parte del pasado. Necesitamos dar por terminado el episodio; nosotros miramos para adelante. Nos debemos un trabajo en común». Ayer, la ministra de Seguridad arrojó lejos ese presunto nido de paz.
No es la primera vez que Garré ataca las políticas que lleva adelante la Casa Gris. «El gobierno de Santa Fe debe asumir la responsabilidad que le compete de prestar seguridad a sus ciudadanos. Y la primera condición para combatir el delito es la voluntad política de conducir las fuerzas de seguridad, poniendo al frente a personal idóneo y decente. Bonfatti dice que la provincia no puede combatir sola el narcotráfico. Le recordamos que la Constitución de Santa Fe, en su Preámbulo y en los artículos 55 y 72, establece que la prestación esencial de la seguridad pública es responsabilidad del gobierno provincial», manifestó días atrás.
«Aún así —siguió—, Bonfatti no puede desconocer que las fuerzas federales que dependen de la cartera a mi cargo están presentes en el territorio santafesino cumpliendo las misiones que les corresponden dentro del ámbito de su jurisdicción». En ese sentido Garré recordó: «La Policía Federal Argentina tiene destacamentos en Rosario y en Santa Fe, la Gendarmería Nacional controla las rutas nacionales que cruzan la provincia y la Prefectura Naval Argentina cumple roles policiales en puertos y ríos principales». Y remató con una frase contundente: «Es inadmisible pretender combatir el narcotráfico cuando el jefe de la policía, nombrado por el gobernador, es investigado a su vez por sus presuntos vínculos con el narcotráfico. En política la negligencia tiene un precio alto».
Ayer, el gobernador tuvo un inesperado apoyo. Miguel Del Sel dijo que «pegarle a Bonfatti por la inseguridad es una estupidez» y pidió «colaborar» con el Ejecutivo de la provincia de Santa Fe.