La Procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó presentó esta tarde la Unidad Fiscal de Ejecución Penal, una estructura que buscará controlar la ejecución de las condenas y de las medidas alternativas al proceso penal.

Desde el portal del Ministerio Público Fiscal (www.fiscales.gob.ar) se informó que la creación de la unidad responde al deber del de alcanzar varios propósitos: “La promoción de una efectiva reinserción social de las personas condenadas a prisión, el control y seguimiento de las condiciones y reglas de conducta para aquellas y de las que están sujetas a alguna restricción en su libertad, como así también la consideración de los intereses de la víctima, la prevención de su potencial revictimización y el suministro de información sobre el desarrollo del proceso, cuando quiera contarse con ella”.

Gils Carbó advirtió que desde el ámbito del Ministerio Público Fiscal todavía no se había propiciado la adopción de un criterio unificado en esta materia, pese a que transcurrieron más de quince años desde la entrada en vigencia de la Ley de Ejecución Penal (N° 24.660, de 1996) y del Código Procesal Penal federal vigente. El organismo, por ejemplo, no cuenta con estadísticas.

En el acto de presentación expusieron Sergio Delgado, camarista porteño, ex juez de ejecución penal nacional y director académico del Centro de Estudios de Ejecución Penal, dependiente de la Facultad de Derecho de la UBA. También Julio Maier, ex juez del Tribunal Superior de Justicia porteño y profesor de derecho procesal penal. Y Mario Juliano,juez del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Necochea y presidente de la Asociación Pensamiento Penal.

La primera en hablar fue Gils Carbó. Señaló que esta nueva dependencia guarda estricta relación con las cinco procuradurías y las otras unidades especiales que se crearon en este año de gestión. También dijo que los fiscales de la unidad trabajarán de manera muy estrecha con la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), que en los pocos meses que lleva en funcionamiento ha hecho más que todo lo que se hizo en esa materia desde que existe el Ministerio Público Fiscal.

Delgado señaló algunos de los principales problemas que enfrenta el sistema penitenciario: cárceles llenas de inocentes por tiempos abusivos, penitenciarías ubicadas en zonas casi desérticas o de difícil acceso, mazmorras decimonónicas en el Palacio de Justicia que albergan personas durante varios días. Por eso consideró que la creación de la unidad abría una oportunidad de trabajo muy importante.

A su turno, Juliano consideró que uno de los objetivos de la unidad era el de llevar legalidad a un terreno en el lo que menos impera es, justamente, la legalidad. «La cárcel es intrínsecamente mala. Debemos restarle esa materia prima», dijo para luego augurar que la unidad pueda trabajar en ese sentido.

Maier cerró el evento señalando que la unidad fiscal era «un nuevo intento esperanzador de modificar la forma de organización judicial».