Según Rumel Loarca Moreira, delegado de la PGN, resaltó la saña y la brutalidad contra menores, quienes sufren vejámenes de familiares, vecinos y personas ajenas a la familia.
Agregó que estos casos han sido documentados, por lo que la referida institución conoció durante el 2011 unos 460 expedientes, y en lo que va del 2012 ya suman 230.
De acuerdo con Loarca, existe violencia física, psicológica y sexual, generada en la mayoría de casos por menores hacia menores y de adultos hacia menores en la misma familia, amigos cercanos y por personas que se aprovechan de los escasos recursos de los hogares.
Agregó que unas de las causas que originan abuso contra un niño comienzan desde el hogar, cuando los padres se divorcian, ya que los menores afrontan psicológicamente los efectos de esa ruptura, o cuando los padres viajan a otro país en busca de mejores oportunidades y dejan a los niños con familiares, quienes usualmente los maltratan o explotan en forma laboral.
José Ríos, secretario del Juzgado de la Niñez y Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, señaló que los casos de maltrato y violencia contra niños han ido en aumento, ya que el año pasado esa judicatura conoció 495 casos, de los cuales 21 fueron por abuso sexual, 16 por violación, 399 por maltrato, además fueron abandonados 22 menores y se rescataron a 30 que eran víctimas de abuso y maltrato por familiares.
Según Ríos, los municipios con mayor incidencia son la cabecera departamental, donde se registraron 176 procesos; al que le siguen Malacatancito, con 33; San Pedro Soloma, 31; Jacaltenango, 27; Chiantla, 24, y Todos Santos Cuchumatán, 14.
Aclaró que existe un subregistro de casos aún mayor, puesto que tan solo cuentan los denunciados en el Juzgado, la PGN, la Policía Nacional Civil y otras instituciones, los cuales suman una mínima parte.
“Hemos visto casos donde los niños han sido violados, quemados y torturados. Un referente es Carlos, un infante maltratado por sus padres”, dijo Ríos.
De alto impacto
Francis Mayorga, psicólogo de la Oficina de Atención a la Víctima, de la Fiscalía Distrital del Ministerio Público, explicó que 495 casos reportados el año pasado son de alto impacto, porque se trata de menores y que, en su mayoría, han sido ocasionados por otros menores, y, en menor cantidad, adultos que han violentado a niños.
Expresó su preocupación porque se incrementan los casos cada año, por lo que instó a quienes conozcan algún abuso a que lo denuncien, ya que las consecuencias inmediatas que se tienen en un menor es miedo, incertidumbre y sentimientos encontrados, porque hermanos, primos, tíos o los mismos padres son los agresores. “Esto crea malestar en la víctima y puede inducirla al suicidio. Se tiene conocimiento de que en la cabecera han ocurrido tres casos”, expuso Mayorga.
Érick Villatoro, de la Procuraduría de los Derechos Humanos, manifestó que es preocupante el grado de violencia contra niños. “La forma atroz y sin ninguna consideración usada en el abuso es una clara muestra de la pérdida de valores en hechos tan lamentables con acciones graves”, afirmó.
Villatoro aseguró que este maltrato es una clara violación a los derechos a la salud de los menores, a su integridad y dignidad, a que sean respetados en su condición de niños y, como en el crimen contra el menor Carlos Sosa, a su derecho a la vida, además del derecho a la recreación, entre otros.
Algunas víctimas
Entre los casos más recientes se encuentran:
Una niña de 3 años y ocho meses quien fue abusada en forma continuada por un tío, en San Pedro Soloma.
Lo grave del problema es que por ser un familiar hay resistencia a interponer la denuncia.
El 25 de febrero, dos adolescentes, de 15 y 16 años, le quitaron la ropa al niño Carlos Sosa, 10, y cometieron abuso deshonesto, en la cabecera de Huehuetenango.
El niño murió en la sala de cuidados intensivos del Hospital Regional de Huehuetenango, como consecuencia de las lesiones internas.
Fuente: http://www.prensalibre.com/huehuetenango/Maltrato-infantil-sube-Huehue_0_664733571.html#