La escalada de violencia descripta en este artículo llegó a la Unidad Judicial y puso en movimiento todo el aparato de la justicia penal. Al ingresar al Centro Judicial de Mediación, activó el proceso de mediación, su espacio, las técnicas y herramientas adecuadas que permitieron superar el conflicto. Es nuestra intención exponer cómo, gracias a la mediación, es posible un cambio de paradigma: pasar de la justicia retributiva a justicia restaurativa.
El caso. En la primera audiencia recibimos en conjunto a Clara y Luis y las mediadoras expresamos el discurso inicial, informando y explicando a las partes los principios y reglas del proceso. Se brindó también una explicación respecto de las implicancias de la mediación en el proceso penal y el marco en el cual íbamos a trabajar como mediadoras tratándose de tal cuestión.
Luego se solicitó a quien había realizado la denuncia motivo de la causa penal que relatara la situación. Observamos ciertos gestos de incomodidad en Clara, para comenzar.
Resolvimos entonces realizar una reunión privada con ella. En ese espacio manifestó que eran vecinos con Luis, quien debía ingresar por un pasillo ancho ubicado al costado de su casa para acceder a la de él. Clara tiene dos hijos en edad escolar que habitualmente jugaban en el pasillo por donde Luis necesitaba pasar forzosamente para entrar a su casa.
Ella comentó que todo comenzó cuando Luis muestra cierta molestia con su hijo Juan y el grupo de sus amigos que jugaban en ese pasillo (que para Clara era su patio). Luis manifestaba esa molestia con gestos de enojo cada vez mayores hacia los niños. La situación se fue tornando altamente conflictiva, llegando a los insultos. En la última ocasión -que hizo estallar la denuncia penal- Luis discutió con Juan y sus amigos y los amenazó con pegarles con un palo, lo que generó incomodidad y resquemor en el padre de uno de los amigos de Juan, quien le recriminó que no podían jugar los chicos con el riesgo de recibir golpes de Luis. Ante tanta tensión y el reclamo de ese padre, Clara decidió ir a la Justicia y con mucho enojo denunció penalmente a Luis por amenazas.
Descubrimos mediante el relato de Clara su interés en superar la situación. Mencionó una cifra de dinero y el modo de percibirla para terminar con el asunto. Y estaba dispuesta a aceptar la disculpa de Luis frente a todo lo sucedido, para dejar superado el conflicto.
En reunión privada con Luis, éste comentó que hacía un tiempo vivía en esa casa con su familia (su mujer y su hijo pequeño). Que Clara vivía en la casa del frente y que él ingresaba por el costado. Que el hijo de Clara y sus amigos jugaban diariamente allí y cada vez que él entraba se los encontraba. Luis trabajaba desde muy temprano, regresaba a su casa para almorzar y descansar -a la tarde tenía otro trabajo-, lo que no le resultada fácil en razón del juego de los chicos, a pesar de sus pedidos de que no molestaran a la hora de la siesta, sin conseguirlo. Un día llegó muy cansado y, agotado por el ruido del juego, tomó un palo y amenazó con pegarle a uno de los chicos. Consideraba demasiado lo hecho por Clara, que no era para denunciarlo, que lo perjudicó muchísimo tener que vivir todo lo que pasó en la justicia, que quería terminar con esta situación.
Finalizado su relato, lo connotamos positivamente, rescatando su falta de intención de daño y la importancia de llegar a su casa y poder estar en silencio, almorzar y descansar. Luis estaba arrepentido de lo sucedido. Entendía que, de haberse comunicado de un modo diferente con Clara, esto no debería haber ocurrido. Manifestó su voluntad de pagar la indemnización y pedirle disculpas a ella por su actitud con los chicos. También surgió su intención de superar este conflicto agotador. Después de la reunión privada con Luis, las mediadoras dialogamos a solas y nos planteamos las siguientes cuestiones: a) la importancia de rescatar el desgaste producido por el tiempo invertido por Clara y Luis en la Justicia; b) reflexionar sobre la intención de Luis de pedir disculpas a Clara y la necesidad de ella de aceptarlas; c) trabajar sobre las opciones de indemnización.
En reunión conjunta tratamos los puntos agendados. Utilizamos la técnica del agente de la realidad para destacar que el ingreso al sistema judicial tiene estos pasos -inmodificables-, iguales para todos. Legitimamos tanto la necesidad del hijo de Clara de jugar en su casa, como del descanso de Luis, técnica que generó un reconocimiento mutuo entre las partes. Y ambos manifestaron que era la primera vez -reconocimiento al proceso de mediación- que podían hablar con tranquilidad, expresando que de haber tenido esta oportunidad de comunicación en un lugar diferente, la situación no hubiera llegado tan lejos ni sido tan grave.
En el acuerdo suscripto, Luis ofreció explicaciones y disculpas a Clara -aceptadas por ella- y también reparar los daños ocasionados con su accionar, fijando un monto y forma de pago.
Ella manifestó estar satisfecha en sus pretensiones de reparación por lo sucedido. Con base en lo expresado, los participantes solicitaron que, previo cumplimiento de las formalidades de ley, este acuerdo se remitiera a la Cámara Criminal y Correccional para su diligenciamiento.
(*) Mediadoras
http://comercioyjusticia.info/blog/justicia/hacia-un-cambio-de-paradigma-de-justicia/