La Comisaría sexta es la de mayor densidad poblacional de la ciudad: viven allí 14.300 personas en un radio de 60 kilómetros cuadrados ocupados por 25 barrios. Y el año pasado se sumaron los últimos dos, las 212 Viviendas Productivas y las 500 del plan Sueños y Progreso. Para brindarles seguridad a los vecinos de esa zona el comisario Ricardo Correa trabaja en un proyecto de Policía Comunitaria bajo la dirección del Ministerio de Seguridad.
Según el jefe policial la orden que le dio el ministro Martín Olivero fue reunirse con los vecinos de ambos barrios para fomentar que primero se materialicen las Comisiones Vecinales para que trabajen en conjunto los estamentos del Estado, los vecinos y las organizaciones no gubernamentales. “En estos días estamos trabajando en un proyecto de Policía Comunitaria para que el vecino empiece a reconocer, mediante sugerencias, a los enemigos del medio y a los enemigos externos. Los primeros son los que viven o moran en el mismo espacio y la gente ya los va reconociendo”, explicó Correa.
Contó que cuando dieron las primeras charlas y hablaron de los enemigos del medio, “las personas con causas penales y frondosos antecedentes se retiraron. Yo los conozco por haber participado de varios allanamientos, pero el resto de los vecinos no lo sabían. Aunque reconocerlos no implica denigrarlos, nosotros no estamos para eso sino para involucrarnos y para que se entienda el concepto del compromiso y la seguridad”, señaló el comisario.
También detalló que a partir del dato de los vecinos se detectó gente que se había ubicado en un espacio abandonado. “Por eso decidimos hacer un trabajo de rastrillaje porque eso nos permite aunar criterios con los vecinos. Así fue que llegamos con los perros de rastreo de Bomberos, con personal de nuestra comisaría provistos con detectores de metales y convocamos también al Comando Radioeléctrico. Ahora estamos pensando en pedir la colaboración al Cuerpo de Caballería para hacer una especie de sondeo en la zona del descampado”, contó Correa. Y detalló que «hace diez días que funciona una cámara que vigila el ingreso de ambos barrios».
Respecto de los reclamos que le hicieron llegar los vecinos, Correa dijo que “se quejan mucho por la situación dañosa de los menores. Hemos detectado tres casos de chicos que andan con el aerosol ensuciando las paredes y ya se los incautamos. También hubo algunos episodios de robo con detenidos y hemos trabajado en casos de encubrimientos graves donde un padre, digamos, es el que regentea a los menores para cometer los ilícitos”. El comisario aclaró que en ese caso sí se aplicó el Código Penal: “Porque su artículo 41 ahora prevé que ante la presencia de un menor en un hecho ilícito se agrave la pena y deja de ser un delito excarcelable para pasar a ser un hecho punible”.
