La designación de jueces y fiscales en La Pampa sigue generando muchas dudas e interrogantes, tanto por el sistema de elección de los candidatos como por la calidad de los elegidos.

Es un lugar común pero hay que repetirlo: hay excepciones.

La realidad que se observa en nuestra judicatura sirve para demostrar que la participación directa del poder político en la selección de magistrados no ha sido la más acertada, particularmente desde el punto de vista ético.

Ponemos el acento en lo ético porque la ausencia de ese valor eclipsa cualquier otra cualidad que puedan tener los elegidos.
No hay persona por más talentosa que sea que pueda alcanzar el más alto escalón en las diferentes actividades humanas si la ética no es la primera y principal de sus virtudes.

Algunos hechos ocurridos en estos días en los tribunales de General Pico han dado testimonio indubitable de la falta de rigor que ha existido en algunas recientes designaciones.

Sólo para hablar del presente inmediato porque si intentáramos hacer un poco de historia necesitaríamos un espacio que aquí no tenemos.

Si el fiscal adjunto Oscar Blanco es todo un símbolo de la falta de rigor en que estuvo envuelta su designación, no lo es en menor medida la propuesta que acaba de hacer el gobernador Jorge para cubrir el cargo de ministro del Superior Tribunal de Justicia.
Hugo Díaz, el hombre elegido para integrar el más alto tribunal judicial de la provincia registra algunos antecedentes que no se condicen con las exigencias que se requieren para un cargo de esa naturaleza.

En estas mismas páginas se han ofrecido en recientes ediciones dos casos puntuales en las cuales las sentencias dictadas por el actual camarista dejaron más dudas que certezas sobre la mirada que Díaz tiene acerca del sentido de justicia.

Uno de ellos, decía El Diario, se refiere a una mujer de Pico que fue condenada a veintidós años de prisión por corrupción de menores en perjuicio de una hija de doce años.

Sin embargo, la Cámara 1 de la que Díaz es titular, le otorgó el beneficio del arresto domiciliario a la espera de la confirmación de la sentencia y dejó bajo su cuidado a otros dos niños de tres y cinco años.

La propia justicia acaba de detener a la mujer acusada de someter a esas criaturas a situaciones sexuales aberrantes.
La otra causa tiene que ver con el caso Janssen, el hombre que secuestró, violó y asesinó a Sofía Viale, de doce años. La demora de un año en ordenar el juicio oral y público contra Janssen le permitió a éste continuar el libertad y de esa manera consumar tan aberrantes delitos.

Padrino político

Es un secreto a voces los vínculos que unen al camarista Hugo Díaz con el ex ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad y destituido intendente Juan Carlos Tierno.

Además de los lazos que ambos establecieron desde sus épocas juveniles y estudiantiles, el ascenso de Díaz a la Cámara del Crimen se produjo siendo Tierno ministro del entonces gobernador Carlos Verna.

Esos lazos son los que determinaron que Díaz no interviniera en algunas causas que involucraban a Tierno justamente por su manifiesta amistad con el irascible político.

Pero hay otras cuestiones que enlazan la vida del camarista Díaz con la del actual asesor legislativo Tierno, aunque este camino tiene aristas que deben ser investigadas.

Estamos hablando del denunciado despojo del campo de 1.250 hectáreas ubicado en jurisdicción de Lonquimay y que pertenecía a la familia del fallecido Miguel Ángel Altube.

Esa propiedad rural pasó en su momento a manos del entonces concejal Mario Díaz, cuya manifiesta insolvencia generó una serie de dudas e interrogantes sobre la operación que lo convirtió de la noche a la mañana en propietario de un bien rural varias veces millonario.

La abogada argentina Ana Herren, quien llevó a la OEA varias denuncias sobre el despojo de tierras a colonos de 25 de Mayo y a  pequeños productores agropecuarios, recuerda una versión que Miguel Ángel Altube repetía hasta el cansancio:

‘Lo que voy a decir no lo puedo decir yo porque no tengo pruebas de ello, pero lo que voy a decir es lo que Miguel Ángel Altube, que era asociado de la COFAVI (Comisión de Familiares de Víctimas de la Violencia Institucional), nos repitió hasta el día de su muerte: que quien compró el primer campo supuestamente en remate -ni siquiera en remate porque fue bajo sobre cerrado y a un precio vil- era testaferro de (Juan Carlos) Tierno que en ese momento estaba en el Banco‘.

Díaz, el supuesto testaferro de Tierno, primo del camarista Hugo Díaz, era en aquel momento concejal por el justicialismo en Lonquimay y actualmente ocupa el mismo lugar tras haber sido reelegido por el justicialismo.

El insolvente Díaz participó activamente en la campaña política a favor de Tierno cuando éste se presentó en las elecciones de 2007 como candidato a la intendencia de Santa Rosa de la que fue destituido luego de cumplir apenas ochenta y siete agitados días de gestión de la que fue penalmente denunciado por graves irregularidades administrativas.
A Mario Díaz también se lo vio transitando por el mismo andarivel  político el año pasado cuando Tierno se postuló para gobernador.

Juan Carlos Tierno es el mismo que se quedó con 1.250 hectáreas del chacarero Héctor Sánchez, endeudado con el Banco de La Pampa.

Tierno era entonces director de ese banco y como encargado de la cartera de morosos aprovechó la información que tenía para hacer un pingüe negocio: la propiedad que pertenecía a Sánchez linda con Otro mundo, uno de los campos que Tierno tiene en la zona de El Durazno.

Si el gobernador Jorge quiere romper esa cadena de connivencia non sancta que existe entre los tres poderes del Estado (repitamos lo de las excepciones), debería impulsar una rápida investigación tendiente a establecer si las sospechas sobre la relación del juez Hugo Díaz con Tierno y su primo Mario van más allá de la amistad y el parentesco entre las partes.

Es una buena oportunidad para que Oscar Mario Jorge confirme lo que de él dijo recientemente el ministro Julio De Vido: que es un maestro de la función pública.

 

 

fuente http://www.eldiariodelapampa.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=123800:-la-judicatura-pampeana-en-el-ojo-de-la-tormenta&catid=61:locales&Itemid=2#.UMI5VOTFWSq