En el último plenario del Consejo de la Magistratura de la Ciudad se aprobaron por unanimidad dos proyectos con dictamen de la Comisión de Fortalecimiento Institucional, Planificación Estratégica y Política Judicial vinculados para desarrollar en el ámbito del Poder Judicial porteño el sistema de juicio por jurados.
Lo cierto es que los nueve consejeros porteños avalaron ambos proyectos –de autoría del consejero Gustavo Letner–, uno de ellos apunta a realizar simulacros de juicios por jurados a modo de prueba piloto y otro tiene como fin generar un texto que pueda servir de inspiración para un proyecto de ley para la creación de este sistema procesal.
En este contexto, los consejeros avanzan en la creación de una comisión que comience a trabajar en un proyecto de ley “con solidez técnica y jurídica” a fin de lograr que la propuesta llegue al ámbito legislativo.
Cabe destacar que desde hace unos días se encuentra a estudio del Congreso un proyecto para que se instaure el sistema de juicio por jurados para los casos de corrupción por parte de funcionarios nacionales.
Consultada sobre la importancia de esta iniciativa, la consejera porteña Laura Grindetti explicó a BAE que “la implementación de este instrumento procesal favorecería la transparencia e independencia del sistema judicial; generaría participación e inclusión de la ciudadanía en el servicio de justicia, y contribuiría a la difusión y comprensión del derecho por todos los sectores que conforman la sociedad”.
Por su parte, Letner anticipa que se encuentran organizando jornadas en las que los mismos vecinos desarrollarán simulacros de cómo sería un procedimiento de juicio por jurados. “Además del basamento constitucional, considero que hay un renacer del juicio por jurados, que es un tema que ha vuelto a estar presente en la agenda pública, y de hecho, varias provincias han promovido diversos proyectos de ley, entre ellas Neuquén, la provincia de Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Corrientes, y en ese sentido entiendo que la Ciudad de Buenos Aires no puede estar ajena a considerar su implementación”, explica el impulsor del proyecto.
En este plano, el Consejo de la Magistratura porteño avanza con la creación de una unidad de implementación de juicio por jurados y entre sus primeras medidas dispuso la organización de un simulacro de juicio por jurados con la finalidad de ilustrar a la ciudadanía el funcionamiento de este instituto así como también concientizar en sus aspectos centrales.
Lo cierto es que –conforme lo explica Grindetti, quien preside la Comisión de Fortalecimiento Institucional, Planificación Estratégica y Política Judicial– la Constitución porteña prevé una organización del Poder Judicial moderna, con herramientas como la mediación voluntaria y el juicio por jurados. En el artículo 106 establece que su implementación depende de lo que una ley específica establezca. “Un debate legislativo amplio sobre el juicio por jurados debería ir de la mano con la autonomía plena y la transferencia total de las competencias ordinarias con sus correspondientes recursos de la Nación a la Ciudad”, indica la consejera.
Reclamos
El juicio por jurados se constituye como uno de los puntos más reclamados por los juristas en los últimos tiempos, el cual es, sin dudas, una falta de cumplimiento a la Constitución. “El punto de partida para democratizar la Justicia debe comenzar por cumplir con la Constitución e instaurar el juicio por jurados clásico, como lo quisieron y legislaron los padres fundadores de la República, en materia penal, en temas ambientales y civiles de gravedad, cuando se afecten derechos de los consumidores, de tierras y pueblos indígenas y en el resto de los fueros”, suman desde Inecip otro punto sobre el que la Justicia deberá avanzar en el corto lapso.
Según lo analizan expertos de la sociedad civil, un sistema judicial administrado íntegra y exclusivamente por magistrados profesionales, “provoca debilidad estructural y ha producido un divorcio total de la ciudadanía con el Poder Judicial”.
Lo cierto es que el instituto del juicio por jurados fue previsto en la Constitución Nacional de 1853, y su implementación fue reclamada públicamente en varias oportunidades. Existen básicamente dos sistemas de juicio por jurados: el clásico y el sistema de escabinos. El sistema clásico de jurados es aquel en que los jueces profesionales y los legos tienen funciones diferentes, deliberan y deciden en forma separada. Es el más conocido públicamente y es el que ha sido adoptado en Inglaterra y EE.UU. El sistema de escabinos es aquel en que los jueces legos y los jueces profesionales deliberan y deciden conjuntamente, siendo adoptado este sistema en Francia y Alemania, por ejemplo.
Los jurados populares resultan una materia pendiente tanto a nivel local como nacional. Se trata de un paso más en la búsqueda de nuevos estándares de acceso a la Justicia y, más importante aún, de dar cumplimiento a lo que estipula tanto la Constitución Nacional como la de la Ciudad. Consultado sobre la importancia de que Nación finalmente avance en la implementación de este instituto, Letner afirma que “sería importante la puesta a nivel nacional no sólo para cumplir con la exigencia expresa y reiterada de la Constitución sino que permitiría incluir al ciudadano común a la administración de justicia, sobre todo en estos tiempos en que se predica la necesidad de una democratización de la Justicia, resultando el juicio por jurados un claro exponente del sistema democrático en ese sentido”.
Neuquén hace punta
Mientras en la Nación trabajan en pulir los aspectos de la reforma, la justicia neuquina se encamina a un período de transformación que cambia las reglas del juego de los procedimientos penales: los magistrados serán elegidos por sus pares, se oralizarán completamente los procesos y se aplicará el juicio por jurados de corte popular.
Lo cierto es que la reforma procesal penal fue uno de los grandes ausentes del proceso de democratización de la Justicia. Según coinciden abogados, jueces y especialistas en materia penal, trabajar en un nuevo Código Procesal Penal es una imperiosa necesidad que hoy se plantea en la justicia nacional y en las provincias, que buscan un sistema que se adecue a la realidad que atraviesa el país en la actualidad.
Dentro de los principales cambios que presenta el Código se encuentran: la investigación puesta en manos de los fiscales, la creación de un colegio de jueces, la publicidad de todas las audiencias, la desaparición del expediente escrito y la aplicación del juicio por jurados de corte completamente popular, para tratar los delitos con más de 14 años de prisión. Asimismo, se busca aumentar la participación de las víctimas en los procesos otorgándoles la posibilidad de hacer pedidos concretos.
Esta reforma claramente llevará a una profunda reorganización del sistema de justicia. “Se prevé una organización más democrática y horizontal de los tribunales, instaurando órganos constituidos por todos los jueces de la misma competencia, decidiéndose en cada caso en particular cuál debe ser la integración del cuerpo de decisión; esto es lo que se denomina colegio de jueces”.
Los vecinos protagonizarán una prueba piloto
En esta primera oportunidad se va a convocar a los vecinos para que participen en el rol de jurados. La idea es poner en práctica un caso real en el que participarán además operadores judiciales de la Ciudad, magistrados de otras provincias, peritos, actores y agentes de policía. Esta actividad está prevista para el próximo 28 de agosto en las salas de audiencias de los tribunales ubicados en Beruti y Coronel Díaz del barrio de Palermo.
La convocatoria a los porteños para que ejerzan el rol de jurados se hará a través de publicaciones y avisos en los CGP y diversos medios periodísticos.
“Prestar el servicio de jurado es una experiencia que en general transforma la conciencia cívica de quienes participan, y así lo han manifestado por ejemplo los ciudadanos que participaron como jurados en la provincia de Córdoba, estado pionero en la Argentina en poner en práctica una ley de jurado”, define el consejero Letner.