El Buenos Aires Lawn Tennis Club no quería que la llamada zona roja de los bosques de Palermo esté ubicada en el espacio público cercano a sus instalaciones, pero la Justicia porteña falló en contra de su reclamo. La Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, en fallo dividido, rechazó la demanda del club porque –según entendió la mayoría del tribunal– no hay ninguna ley que prohíba la oferta y demanda de sexo en las cercanías de una entidad deportiva. “Si hay alguien que invade el espacio público es justamente el Lawn Tennis”, dijo César Cigliutti, de la CHA, quien respaldó la medida judicial. En efecto, el club ocupó durante 17 años 5000 metros cuadrados, hasta que ese terreno fue recuperado hace apenas dos años, tras una denuncia de la Asociación Amigos del Lago de Palermo.
La decisión fue tomada por mayoría, ya que mientras los camaristas Carlos Balbín y Horacio Corti se opusieron al pedido del club, su par, Inés Weimberg, opinó que se debía atender el reclamo de la institución. El voto que se impuso sostuvo como argumento que “el club demandante no está incluido en las previsiones” del Código de Convivencia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), que fija los límites geográficos dentro de los cuales está permitida la oferta de sexo. Para la mayoría de la Sala I de la Cámara, la sede del club “no constituye una vivienda, ni un establecimiento educativo o templo religioso”, que son los lugares en cuyas cercanías, de acuerdo con el Código, no está permitida esa actividad.
Las travestis fueron trasladadas a la plazoleta Florencio Sánchez en julio de 2008, desde el Rosedal, tras un acuerdo entre la asociación que las nuclea y el Gobierno de la Ciudad. Las autoridades del club solicitaron entonces a la Justicia que no autorice el emplazamiento en ese lugar del Parque Tres de Febrero o en cualquier otro sitio próximo al lugar en donde se halla ubicada la sede de la entidad. Sostenía que su emplazamiento en lugares vecinos a la sede tenística podía comprometer o alterar las actividades sociales y deportivas del club y afectar a quienes concurren a él.
En su presentación ante la Justicia, los directivos del club argumentaron que tienen 1300 socios “de los cuales más de 130 tienen menos de 18 años y otros 50 son niños menores de 6 años que concurren junto a sus padres” al establecimiento. A esas personas, la existencia de la llamada zona roja en las adyacencias del club les “ocasionaría un perjuicio moral y material”.
Pero los camaristas Balbín y Corti les recordaron que “no hay ninguna norma constitucional o legal que prohíba la actividad de ofrecer y demandar sexo y que, en cambio, existen ciertas reglas que la condicionan, sancionando su realización en espacios públicos no autorizados”. Es así que el artículo 81 del Código Contravencional local dispone que “quien ofrece o demanda en forma ostensible servicios de carácter sexual en los espacios públicos no autorizados o fuera de las condiciones en que fuera autorizada la actividad es sancionado/a con uno a cinco días de trabajo de utilidad pública o multa de 200 a 400 pesos”.
La Comunidad Homosexual Argentina (CHA) expresó su apoyo al fallo. “Lo que avala las zonas rojas es el Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires, aprobado por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. La zona roja de Palermo está establecida y avalada desde julio de 2008. El fallo no hace otra cosa que aplicar este Código”, dijo César Cigliutti, presidente de la CHA. La organización consideró “inapropiada la postura de la jueza Inés Weimberg a favor de atender el reclamo del club”. “Si hay alguien que está invadiendo el espacio público es justamente el Lawn Tennis Club, que es un lugar privado que para entrar hay que ser socio pagando una más que elevada cuota mensual, además de las cartas de recomendaciones necesarias para ser inscripto/a”, expresó.
El Buenos Aires Lawn Tennis Club está ubicado en un predio del Parque Tres de Febrero que compró durante la gestión del intendente de la dictadura Osvaldo Cacciatore y que se escrituró durante la intendencia de Carlos Grosso. Desde 1993 ocupó de manera ilegal 5000 metros cuadrados que usaba como estacionamiento. Después de 17 años, ese espacio fue recuperado por la Ciudad en 2010. En enero de este año, la Asociación Amigos del Lago de Palermo volvió a denunciar al club por utilizar la Plaza Pakistán para la instalación de carpas, durante la disputa del torneo ATP de tenis.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-191590-2012-04-11.html