El defensor Carlos Riera reveló la “superpoblación”: “ya no puede decirse que sea una colonia penal, por la cantidad de internos y por el tipo de tratamiento que se les dispensa”. Tal como informó El Diario, una inspección detectó numerosas deficiencias.
La Unidad 4 de Santa Rosa, donde un informe del Ministerio Público de la Defensa reveló malas condiciones de detención, está colapsada. Así lo confirmó el defensor ante la Justicia Federal de Santa Rosa, Carlos Riera. “Está superpoblada, con una estructura que no da abasto”, dijo el defensor.
Tal como informó El Diario, una inspección detectó que en la mayoría de los pabellones hay baños tapados, humedad, goteras, camas rotas, falta de higiene, de calefacción, de luz, de mesas y de sillas; mala alimentación, deficiencias en la atención médica y cucarachas de a montones.
Riera insistió en que el objetivo de esa intervención de la Defensoría General es “paliar el agravamiento en las condiciones de detención que se detectaron” Se pusieron de resalto las graves afectaciones de derecho”, remarcó.
Una de las razones para ese estado de cosas -que derivó en la presentación de un habeas corpus correctivo- es que en la Unidad 4 hay 468 detenidos. A raíz de la presentación, la Justicia dictaminó la clausura de las celdas de “aislamiento” (o castigo).
La U4 tiene doce pabellones de alojamiento individual y otro pabellón destinado al alojamiento de internos sancionados. De acuerdo con lo informado por el Servicio Penitenciario Federal, la Unidad 4 al momento de la visita alojaba un total de 468 personas, incluyendo a quienes tienen salidas transitorias. La población se compone de 76 procesados y 392 condenados. De ellos, 227 son detenidos nacionales; 107, provinciales, y los restantes pertenecen a la Justicia Federal: 58 condenados y 67 procesados.
“Condiciones inaceptables”
Riera admitió además que “el tema es complejo desde la diversidad de problemas que se vieron”. A su criterio, se constataron “condiciones de detención inaceptables, sobre todo en las celdas de correctivo, de aislamiento”.
El funcionario indicó que a partir de las observaciones, hay “algunas cuestiones que se han corregido”. Tal como informó El Diario, el sector de “aislamiento” (en realidad, los llamados “buzones” de castigo) quedó clausurado como parte del planteo de habeas corpus que se hizo.
Riera confirmó que “hay muchos pabellones que tienen problemas serios de higiene y falta de mantenimiento; paredes con mucha humedad, ventanas sin vidrios que se suman a la falta de calefacción, la situación es complicada”.
El defensor interpretó que no puede interpretarse que se trata de una situación generalizada en el Servicio Penitenciario: “En la Unidad 13 -ejemplificó- no hay problemas de estas características, en la Unidad 25 tampoco, creo que es un tema vinculado exclusivamente a la Unidad 4, por lo menos en la provincia. No descarto que en otros puntos del país haya problemas como estos o más serios”.
El defensor también dio su opinión, durante una entrevista con www.radiokermes.com, respecto del pabellón especial que ocupan los detenidos por delitos de lesa humanidad. “No creo que estén en una situación de privilegio, tienen muchos reclamos por distintas cuestiones, de Salud, hay cierta superpoblación de ese pabellón. Hay pabellones que no registran falencias serias, como un pabellón de extranjeros, por ejemplo, que no registraba los mismos problemas”.
“No hay privilegios”
“No creo que haya una cuestión de privilegio”, insistió Riera. Aclaró que “el patio que tienen es porque ese pabellón tiene ese patio. En algún medio leí que era un sector VIP, o algo así, y creo que no es así. Es mi opinión”, indicó Riera, en referencia a la publicación de El Diario.
El defensor explicó que “hay pabellones que están peores que otros, pero que haya diferencias en cuestiones de alojamiento no sé si tiene que ver con que se les den privilegios, es una cuestión estructural, de la cantidad de gente que está, hay pabellones más viejos que otros, son muchos los factores”, argumentó.
Respecto de la visita de la delegación del Ministerio Público de la Defensa, insistió en que la Comisión de Cárceles “realiza inspecciones de estas características y normalmente generan este tipo de presentaciones”.
Riera aseveró que en la Unidad 4 “se ha generado un incremento considerable en la cantidad de internos y según argumenta el Servicio Penitenciario Federal este incremento no se acompañó con un refuerzo en la estructura para contener la demanda. Por la cantidad de internos, diría que ya no es una Colonia Penal, también por el tipo de tratamiento que se dispensa. Este incremento ha tenido incidencia en cierto deterioro”, fundamentó el defensor.
Respecto de los planteos que integran el hábeas corpus correctivo y colectivo, señaló que ahora “se espera la resolución de la jueza federal (Iara Silvestre, subrogante). Lo que se demanda es que el SPF en su estructura pueda dar respuesta a estas falencias y sanearlas, concretamente. Si una resolución judicial resguarda estos derechos afectados es esperable una respuesta del SPF”.
Riera opinó, además: “Tengo mis dudas de que la cárcel tenga un efecto resocializador en las personas, al menos como está concebida la privación de la libertad. A lo que hay que aspirar es a que por lo menos esa privación, si no genera resocialización, garantice pautas mínimas de humanidad”.