En una entrevista con un programa radial local, la periodista del diario Página/12 hizo referencia a los avances y retrocesosque se producen en torno a las problemáticas de género.
“El Poder Judicial, en su esencia, es machista. Hay que cambiar muchas cosas. Lo dicen las juezas y los operadores, uno puede observar sentencias de una misoginia y un sexismo apabullante”. Mariana Carbajal, periodista del diario Página/12 hizo esa definición al hablar de violencia de género y otras problemáticas vinculadas.
Carbajal, de todos modos, hizo referencia a los avances que se perciben en la materia, tanto a nivel legislativo, como en ciertos organismos judiciales e incluso en el tratamiento que los medios hacen de distintas situaciones.
Carbajal fue entrevistada por el programa radial Cadena Kermés (FM Sonar 91.3 / www.cadenakermes.blogspot.com). Le preguntaron respecto de un sugestivo título de tapa del diario “La Arena”, que el último sábado “informó” sobre un hecho de violencia doméstica, al que equivocadamente calificó como “de género”, pese a que la agresión había sido de una mujer a un hombre.
En ese sentido, esclareció: “Hay mujeres maltratadoras. Pero las estadísticas muestran que son casos ínfimos comparados con la cantidad de mujeres que son víctimas de violencia a manos de su pareja o expareja. Se utiliza ‘violencia de género’ porque los datos estadísticos dan cuenta de esa brutalidad, en el sentido de que una amplísima mayoría de las víctimas son mujeres. No podemos comparar como fenómeno, poner en términos igualitarios, cuando el hombre resulta víctima en el marco de una relación violenta intrafamiliar. No lo podemos soslayar, porque la violencia hacia las mujeres tiene su caldo de cultivo, su origen, en la desigualdad, en el trato que tienen las mujeres en la sociedad. El hombre maltrata a la mujer por una cuestión de dominación, considera a la mujer como objeto, parte de su propiedad y por eso ocurren tantos hechos de tanta violencia cuando esa mujer resuelve salir de esa relación”.
“El lenguaje construye realidad”
Sobre el papel de los medios en cuestiones de género, Carbajal observó que en general “se ha ido incorporando un lenguaje correcto, en el sentido de hablar de violencia de género, o de incorporar el término ‘femicidio’. Se ha eliminado el concepto de ‘crimen pasional’, porque la pasión no mata. Cuando se usa la idea del ‘crimen pasional’ es como que decimos ‘la quería tanto que la mató’, y hay cierta justificación en esa frase. Con el lenguaje se construye realidad, y en la medida en que eliminemos esa idea eliminamos esas justificaciones”.
Consideró que “cuando se pone la lupa sobre la perspectiva de género en el periodismo ve la realidad con otros ojos. Es una mirada distinta a nuestros colegas, mucho lo hacen a concicncia, comprometidos, es un periodismo que se hace desde el punto de vista de los Derechos Humanos. Lo idea es que no lo tomemos como una ‘especialidad’ trabajar estos temas. Es un llamado a que periodistas de otras secciones miremos con estos lentes distintos. En la medida en que eso se vaya incorporando, vamos a tener un periodismo de mayor calidad”.
Respecto del “machismo” del Poder Judicial, aseveró: “Históricamente los hombres en el Poder Judicial ocupan los lugares de decisión, afortunadamente este camino se está empezando de a poquito a desandar, tenemos dos juezas en la Corte que han sido una incorporación que promovió el ex presidente y han una revolución, o están empezando a hacerla”, apuntó en referencia a las capacitaciones y tareas de la Oficina de la Mujer y la Oficina de Violencia Doméstica.
“Las víctimas (de violencia de género) tienen características muy particulares, muy diferentes de otros delitos. Porque tal vez se desdice porque tiene miedo o la amenazan, o está en situación de extrema vulnerabilidad. No está en igualdad de condiciones con la otra persona… hay un montón de cuestiones que una mujer que denuncia en los tribunales se minimizan. Si se comprende que a veces una amenaza es el inicio, que no son agresiones aisladas, se puede comprender que una mujer está en riesgo. Pero muchas veces la Justicia no escucha como debe y desprotege a esas mujeres”, añadió.
Remarcó que siempre “el Código Penal llega tarde. En el caso del femicidio, cuando la mujer ya está muerta. Tenemos que llegar antes, en la prevención. Y esta es la gran falencia: que no hay un plan nacional, como establece la ley que se aprobó en 2009, que ordena prevenir, sancionar y erradicar la violencia”.