La Fiscalía de Ejecución Penal, a cargo de Guillermina García Padín y Diego García Yomha, se pronunció a favor del pedido de arresto domiciliario que fue solicitado por la defensa de una mujer que se encuentra detenida en el Complejo Penitenciario Federal IV. Los representantes del MPF tuvieron en cuenta que las condiciones económicas, psicológicas y afectivas de sus cuatro hijos menores, de 12, 14, 17 y 19 años, se agravaron luego de la detención de la madre. De hecho, los tres más grandes debieron abandonar sus estudios, a la par que durante un tiempo quedaron al cuidado de un tío, de tan solo 23 años de edad.

Asimismo, los fiscales entendieron que el requisito legal de que el niño o la niña tenga menos de cinco años no es una limitante para dictaminar a favor de esta solicitud, ya que debe primar el interés superior y analizar caso por caso la situación de vulnerabilidad por la que atraviesan los menores de edad, aún cuando superen ese límite.

A su vez, se consideró que la mejor manera de valorar los intereses y situaciones particulares que se encuentran en juego, es escuchando la opinión de los niños y niñas involucrados. En este caso, al momento de ser entrevistados por la trabajadora social señalaron que extrañaban a su madre.

Por otro lado, se evidenciaron graves inconvenientes en la crianza luego de que la mujer fue trasladada a la cárcel, ya que dicha función fue principalmente asumida por los dos hermanos mayores. De hecho, la mayor abandonó sus estudios secundarios para trabajar y colaborar con la familia.

En definitiva, se consideró que las dificultades económicas que atraviesa el núcleo familiar de la interna, las complicaciones a nivel afectivo que, sobre todo, el caso de sus dos hijos menores han devenido en problemas conductuales relacionados íntimamente con la situación de ausencia materna y la deserción escolar de tres de ellos, como así también los inconvenientes de los abuelos para suplir la imponderable falta de la madre. Según los fiscales, son circunstancias con entidad suficientes para considerar que los menores se encuentran en una situación de vulnerabilidad que podría revertirse si su madre cumpliera su condena en la modalidad de arresto domiciliario.

Tuvieron en cuenta, en igual sentido, que al momento de ser condenada por el tribunal oral, los jueces consideraron como circunstancias de atenuación de la pena, los efectos negativos que el encierro prolongado conllevaría en la relación familiar y la situación de los menores

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