EL PAIS › LA MAGISTRATURA ABRIO LA INVESTIGACION PARA DETERMINAR SI RAFECAS INCURRIO EN ALGUNA FALTA
Las miradas sobre la conducta del juez
Con el impulso del kirchnerismo, el Consejo habilitó el camino que puede derivar en una sanción o el juicio político del magistrado a cargo de la causa ex Ciccone. Rafecas será citado en veinte días.

Por Irina Hauser
La Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura resolvió, después de una caldeada discusión, abrir una investigación para determinar si el juez federal Daniel Rafecas cometió durante su actuación en el caso Ciccone alguna falta que amerite una sanción o bien su destitución. La iniciativa fue impulsada por el kirchernismo. El radicalismo no apoyó en forma explícita la apertura de la causa, pero tampoco la propuesta de cuatro consejeros de rechazar in limine la denuncia. Para evitar sospechas, el nombre del consejero que quedaría a cargo del expediente se sorteó delante de todo el mundo y con un tradicional bolillero. Le tocó al senador del oficialismo Marcelo Fuentes. A propuesta suya, y por consenso, Rafecas será citado para que haga un descargo en los próximos veinte días y ofrezca pruebas.

El debate fuerte sobre la situación de Rafecas, nombrado por Néstor Kirchner, ocurrió en la reunión de comisión, presidida por el diputado Carlos “Cuto” Moreno (FpV). Por la envergadura del tema, a los nueve miembros de Disciplina y Acusación se sumaron otros consejeros. Aunque era evidente que el kirchernismo tenía mayoría para abrir la investigación, los radicales Mario Cimadevilla y Oscar Aguad intercalaron ironías para cuestionar el procedimiento utilizado, y en especial objetaron que fuera el representante del Poder Ejecutivo, Hernán Ordiales, el autor de la presentación contra Rafecas derivada de una causa en la que investiga al vicepresidente Amado Boudou. “Está en juego la división de poderes”, se quejó el diputado Aguad. “Hay una amenaza moral grave al juez que investiga”, insistió. Ordiales replicó: “Los jueces son todos iguales”.

La denuncia motorizada por Ordiales se basó en la conferencia de prensa que dio Boudou después de que Rafecas allanara, a pedido del fiscal Carlos Rívolo, un departamento que le pertenece. El vicepresidente desparramó acusaciones y, entre otras cosas, dijo que el juez había estado aconsejando a través de mensajes de Whatsapp al abogado Ignacio Danuzzo Iturraspe, quien asesora a su socio José María Núñez Carmona. Eran, curiosamente, consejos y comentarios a su favor. Ordiales pidió investigar si Rafecas dejó de ser “imparcial” y si incurrió en “mal desempeño”. Media hora después de radicada la denuncia, Danuzzo Iturraspe se presentó en el Consejo, declaró y entregó los diálogos de chat.

“Apareció sorpresivamente Iturraspe”, acotó socarrón el senador Cimadevilla, y acomodó su corbata roja. “Estaba conmocionado porque no logró conseguir un escribano que le labrara un acta para preservar la prueba (los mensajes), por eso vino”, intercedió Ordiales, enojado. La expeditiva declaración de Danuzzo había sido cuestionada en el dictamen presentado la semana pasada por dos consejeros jueces (Ricardo Recondo y Alejandro Sánchez Freytes) y dos abogados (Daniel Ostropolsky y Alejandro Fargosi) que proponía desestimar in limine la denuncia de Ordiales por considerarla sin sustento y una mera estrategia para frenar la investigación. Distinto sería, decían, si la Cámara Federal denuncia irregularidades tras una recusación. Recondo volvió a explicarlo ayer y se atajó: “No quisimos hacer una cobertura corporativa”.

La votación que se inclinó por desechar ese dictamen, tras un áspero ping-pong, fue lo que definió el escenario ayer. “A mí lo que no me gusta es que se denuncia a jueces que investigan”, advirtió Cimadevilla. Desde el público le gritaron, invocando una declaración suya: “¿No era que Rafecas nos había metido los cuernos a todos?”. A la hora de levantar la mano, sólo Recondo y Fargosi defendieron el rechazo de plano de la apertura del expediente. El camarista Mario Fera se abstuvo. Sánchez Freytes no estaba. Los demás no votaron.

Así, quedaba todo dado para formalizar la apertura de la pesquisa y sortear un consejero “informante”, que debe centralizarla. Aferrado a criticar el origen de la denuncia, Aguad propuso dejar la cuestión en suspenso hasta que termine la instrucción de la causa Ciccone. El presidente del Consejo Manuel Urriza, dijo que “en ningún lugar del reglamento dice que el representante del Ejecutivo tiene menos facultades”. Moreno redobló: “¿Por qué no vamos a investigar a Rafecas si investigamos a todos los jueces? Además, el propio juez se presentó sin que nadie lo llamara (llevó un escrito del fiscal Carlos Rívolo que lo respaldaba)”. “El problema de Rafecas son sus amigos y sus conversaciones”, disparó. Luego le aconsejó a Cimadevilla “estudiar el reglamento en un retiro espiritual”. La diputada (FpV) Stella Maris Córdoba añadió que “darle un trámite diferente” sería “lesionar la regla democrática y de transparencia”. A lo que sumó que “Rafecas reconoció públicamente los diálogos”.

Rafecas sostuvo que tiene una amistad de veinte años con Danuzzo Iturraspe, que no es parte en la causa, y que mantuvieron diálogos personales y privados, donde intercambiaron opiniones vinculadas con el caso Ciccone, aunque admitió que pudo haberse “excedido en alguna palabra o comentario informal”. Cuando vio, dijo, que todo “empezó a derivar a una función de lobby, cambié la actitud y se terminó el contacto”.

“No nos peleemos más porque es una situación grave y sorteemos el expediente”, rogó Recondo. Cimadevilla pidió un sorteo a la vista de todos y chequear todas las bolillas. “Ya veo que le toca a Oyarbide”, bromeó. Un secretario movió el bolillero, y el elegido fue Fuentes. Propuso citar a Rafecas. La mayoría aceptó. También se acordó pedir a Perfil el audio de una entrevista a Rafecas y un video televisivo donde Fernando de la Rúa habla del juez.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-192313-2012-04-20.html