Embretado quedó el kirchnerismo en la Cámara Baja, con la aprobación de una polémica Ley impulsada por Daniel Scioli consello de Ricardo Casal, endureciendo el sistema de excarcelaciones en el ámbito de la justicia penal bonaerense. No se trata de una norma cómoda para la posición kirchnerista que anoche, sin embargo, permitió su aprobación en Diputados.
Discutida, la controvertida norma que algunos emparentaron con el paquete que en el mismo sentido patentó en su momento Carlos Ruckauf tras su promesa de “meterles bala a los delincuentes”, el kirchnerismo puro sentó posición contraria al momento de aprobar el dictamen favorable en la comisión de Seguridad de la Cámara Baja.
El despacho de esa comisión se firmó en septiembre pasado, con 6 votos (4 oficialistas: los sciolistasBudassi y Lorenzino más los randazzistas Montesanti y Caviglia y dos opositores, el denarvaista Britos y el Pro-peronista Jorge Alves) y 2 notorias ausencias, que esquivaron estampar su firma avalando la propuesta que se aprobó ayer en Diputados: Miguel Funes y Fernando Navarro, dos representantes del kirchnerismopuro en la Cámara Baja Provincial. El faltazo de ambos alentó en su momento especulaciones de haber sido deliberado al menos para no quedar pegados con un proyecto que choca de frente con la impronta K.
El único que como ayer en el recinto levantó fuerte su voz crítica, fue el representante de Nuevo Encuentro,Marcelo Saín, quien finalmente presentó un dictamen de minoría “desaconsejando” su aprobación, con propuesta incluida: discutirlo en audiencia pública con la participación de organismos de Derechos Humanos. Justamente, el legislador sabbatellista recobró anoche protagonismo en el recinto, con un discurso más emparentado a la impronta kirchnerista en materia de Seguridad, militantes abiertamente opositores a cualquier receta para atacar la Inseguridad que alumbre la usina del Ejecutivo a cargo de Ricardo Casal.
Durante todo el día de hoy, los coletazos por la posición del bloque oficialista de ayer se hizo sentir, quejoso, apuntando al camporista José Ottavis, habitual operador del cuerpo en materia de acuerdos parlamentarios, sobre todo de aquellos que requieran limar algunas diferencias en la interna oficialista.
El cuestionamiento apunta a Ottavis y su fórmula de la que algunos empiezan sospechar. Ayer, trascendió, hubo llamados a legisladores oficialistas que le dan forma a la tropa K, asegurando que hubo “instrucción de Cristina” de sentarse para avalar el tratamiento del proyecto que si fracasaba casi no dejaba tiempo para su sanción por parte del Senado Provincial, donde los números son más holgados y la iniciativa no corre mayor riesgo de trabarse. Con apoyo opositor, en la Cámara que preside Gabriel Mariotto el racimo de los más kirchneristas hasta podrían faltar sin poner en riesgo su sanción.
El ruido en la pata kirchnerista del bloque oficialista no es nuevo, pero se sobredimensionó ayer, con la sospecha de que hubo un ‘acuerdo’ político que incluyó, recurso habitual, el llamado a los propios para “bajar” supuestas ordenes presidenciales de las que empiezan los hombres a sospechar. “La Jefatura de bloque no existe; Ottavis acuerda con González y el sciolismo sus propias necesidades, y a nosotros nos corre con supuestos pedidos de Cristina” renegó en voz baja un integrante de la bancada oficialista que admitió que la norma generó ayer fuertes cruces, y mucha discusión interna en el bloque, particularmente en el espacio identificado con el sello K.
Los acuerdos parlamentarios suelen tejerse, trámite tan habitual como legal, con la distribución de las partidas que le corresponde a cada legislador como los módulos para becas o subsidios, virtualmente congelados para un sector de la oposición e, incluso, para varios de los propios. Algunos oficialistas dicen que en la mesa de negociación de los acuerdos parlamentarios están en mejor posición incluso los opositores, que ellos mismos a quienes ‘cierran’ con presuntos mandatos de la conductora natural.
La sospecha de una maniobra orquestada por el propio Ottavis que anida en algunos oficialistas, se coronó con la actitud de los camporistas del cuerpo a quienes –dicen- “les habilitaron ‘libertad de acción’, y alguno de ellos hasta se ausentaron al momento de la votación”. Según los molestos legisladores del oficialismo, quedaron ayer abrazados a una ley impulsada por Scioli en materia de Seguridad por un nuevo supuesto “mandato presidencial” que, “raro –remarcan- habilitaba libertad e acción para los camporistas”.
fuente http://www.infocielo.com/index.php?ver_nota=41210