Después de algunas sesiones canceladas por falta de quórum y retrasos en su tratamiento, la iniciativa que prevé la imprescriptibilidad de los delitos sexuales contra menores recibió dictamen de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales.

Desde hace ya varias semanas que su debate era postergado: falta de integración en el Orden del Día, encuentros cancelados por falta de quórum o divergencias en los diferentes bloques hacían que la propuesta de declarar imprescriptibles los delitos sexuales contra menores de edad no pudiera avanzar en la Comisión de Justicia y Asuntos Penales del Senado.
Pero esta semana, los integrantes de este órgano legislativo decidieron avanzar en la propuesta llevada a la Cámara Alta por Sigrid Kunath (FpV), quien impulsó este proyecto hace ya muchos meses.
De este modo, en la próxima sesión del pleno del Senado que está prevista para el próximo miércoles 27 de mayo el tema deberá ser tratado. Se busca una reforma del Código Penal en donde además se consignará que habrá una inhabilitación perpetua cuando el autor del delito se haya valido de su cargo, ocupación o profesión para cometer el ilícito.
La senadora consignó: “Debo reconocer los esfuerzos que este Congreso ha hecho para sancionar la Ley 26.705 por la que se modificó el plazo de prescripción de la acción penal estableciendo que la misma comienza a correr luego de adquirida la mayoría de edad, y que ha resultado un gran avance en materia de tutela de los Derechos de los niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual, pero entiendo que la realidad nuevamente nos impone un cambio”.
“He observado que aún luego de entrada en vigencia la modificación del art. 63 del Código Penal han quedado casos sin investigar ya que la acción se encontraba legalmente prescripta, y otras veces se ha iniciado un largo camino en las distintas instancias del Poder Judicial para determinar si era posible incoar la acción o no”, precisó la integrante de la Cámara Alta.
La legisladora precisó que “el daño en la integridad psíquica, física y sexual producido por el abuso y que muchas veces la víctima calla por vergüenza, temor o por represión, es irreparable, debiendo la ley, y atendiendo a las particularidades de este tipo de delitos, ser una herramienta para la víctima, respetando sus tiempos para que realice la denuncia cuando tenga la fortaleza para hacerlo, y no dejando abierta -tal como sucede en la actualidad- la posibilidad de que el abusador quede impune porque el delito prescribe, y utilice la prescripción como defensa”.
“Se produce una gran inequidad respecto de aquellas víctimas que por el paso del tiempo se ven imposibilitados de efectuar una denuncia una vez que logran superar los obstáculos que les impedían expresar o contar lo padecido, sufriendo una nueva victimización frente a la impunidad de sus abusadores”, indicó Kunath.
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