Más de cien personas participaron ayer de la marcha en reclamo de Justicia a un año de la muerte de Raúl Cardozo en la comisaría de San Lorenzo.

El lugar de concentración fue el acceso de la localidad. Pasadas las 18, los familiares, amigos y vecinos de la víctima caminaron hacia la comisaría donde ocurrió la tragedia. Allí permanecieron en silencio durante 15 minutos y luego se trasladaron a la iglesia, donde pasadas las 20 se ofició una misa.
En comunicación con El Litoral, Ramón Cardozo, hermano de la víctima, manifestó que “no estamos conformes con la Justicia. Aún falta mucho todavía. Queremos que el resto de los policías involucrados en este asesinato sean detenidos. Tienen que estar todos presos”.
Por su parte, Blanca Montiel, viuda de Raúl Cardozo, dijo que “no vamos a bajar los brazos. Queremos que los cuatro policías que siguen libres, estén detenidos. Quiero que se esclarezca este caso. Lo hago por Raúl y mis dos hijas que merecen saber que los responsables de este crimen sean juzgados”.
Hace una semana fueron procesados y detenidos la oficial Carolina Libramento y los cabos Ramón Moreno y Francisco Arrúa, quienes fueron alojados en distintas dependencias tanto de esta ciudad como del interior provincial.
Raúl Cardozo murió el 1 de mayo del año pasado al sufrir quemaduras del 90 por ciento del cuerpo.
 El embarcadizo fue detenido el domingo 29 de abril a la tarde, por causar desorden en un festival de doma y chamamé que se desarrolló en un predio de la localidad de San Lorenzo. La querella sostiene que fue el comisario quien le asestó el primer golpe a la víctima, que fue castigado delante de su hija de 7 años. Cardozo fue trasladado a la comisaría por el delito de atentado y resistencia a la autoridad. Minutos después de ser alojado, la celda donde se encontraba se incendió y sufrió gravísimas quemaduras que le provocaron la muerte.