Publicado el 14/12/2012 – A 16 días de haber sido absuelta de responsabilidad por la muerte de su hija desnutrida, María Ovando todavía no pudo recuperar la tenencia de sus hijos más chicos y dos nietas que cuidaba al momento de ser detenida, en marzo de 2011. La mujer presentó el pedido al día siguiente de recuperar la libertad, pero la Justicia de Familia todavía no se pronunció.
Ovando, que estuvo presa 20 meses por la muerte de su hija Carolina, a la que enterró en un monte cercano a su casa, permanece alojada en el Hogar Madre Teresa de Calcuta y casi todos los días viaja a las localidades de Mado y Esperanza para poder ver a sus hijos, que continúan al cuidado de los abuelos maternos y paternos.
La mujer se reunió con la jueza de Familia Margarita Potschka, quien le recomendó evitar contactos con la prensa y le habría advertido de una serie de condiciones que deberá cumplir para poder recuperar a sus hijos y dos nietas. Entre otras cosas, le dijo que deberá radicarse en cercanías de la vivienda donde actualmente están los chicos y contar en la vivienda con una cama para cada uno. Y le sugirió que le llevara regalos a los chicos para retomar la relación.
Por el momento, Ovando realiza los trámites a través del defensor de Menores Hugo Elena, pero en los próximos días sumará el patrocinio de Roxana Rivas –la defendió en sede penal– y de Estela Maris Martínez, que también integra el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA). Las abogadas solicitarán un regimen de visita más formal para que María pueda ir recuperando el vínculo con sus hijos y dos nietas. Además, tienen previsto pedir un informe socioambiental para saber en qué condiciones viven los menores en la actualidad y también que la resocialización madre-hijos se realice fuera de la vivienda de los suegros de Ovando.
La semana pasada María retornó de Buenos Aires, adonde había viajado para ser operada de cálculos en la vesícula. Allí se reencontró con un hijo que estuvo un año y medio preso por tenencia simple de drogas. Con el joven retornó a Eldorado y continúa alojada en un hogar. La intención de la mujer es conseguir una vivienda en Posadas para vivir con sus hijos y las dos nietas que le dio su hija mayor. Y sueña con trabajar en una panadería.
Las abogadas creen que la restitución de los chicos será el año que viene. “La jueza quiere conocer la voluntad de los chicos, lo cual nos preocupa, porque estuvieron residiendo casi dos años con sus abuelos paternos y pudieron haber sido manipulados por la familia política de Ovando”, expresaron.
El miércoles, María fue a visitar a su hijo Roque, en Mado, y se encontró con un policía que custodiaba la vivienda de sus padres. El uniformado le impidió tener contacto físico con el menor.
Desde el grupo de mujeres que colabora con Ovando, contaron que los hijos y las dos nietas ya le manifestaron que quieren volver a vivir con ella. Esa posibilidad parece cercana, ya que esta semana, el grupo consiguió que una mujer les alquilara a un precio simbólico una casa en el barrio Durien de Eldorado. Y la Municipalidad colaboraría con muebles y otros elementos para que Ovando pueda instalarse apenas logre la restitución.
fuente http://elliberal.com.ar/ampliada.php?ID=70997