Más de 800 internos del complejo Penitenciario Federal de Ezeiza organizaron un festival de cumbia junto con la agrupación política «Vatayón Militante», que se llevó adelante en el espacio central del complejo; y de la que participaron también sus familias.
Juan Soriano y Diana Pinaso, integrantes de Vatayón, contaron que esta jornada fue la segunda en la que se convocó a los internos de las distintos complejos que se encuentran en Ezeiza. La primera había sido en octubre pasado, y dadas las repercusiones positivas, es que se decidió organizar esta segunda.
Este sábado las bandas de cumbia «La re-pandilla», «Los gedes», «Estilo caro», «Clase K», «Los cádiz», «Tambo Tambo», entre otras, tocaron con las bandas que se formaron en el penal.
De la jornada participaron internos de todos los módulos, entre ellos los que están en el sector considerado de alto riesgo, y se sumaron las mujeres que están privadas de su libertad en el complejo 4 de Mujeres y en la unidad 3.
Ramón Encalada es uno de los detenidos que esperaba ansioso la llegada de su familia para disfrutar de la jornada y poder subir al escenario a cantar junto con la banda que se formó en uno de los talleres de música que funcionan en el Penal. Contó que está por comenzar el CBC de la carrera de Abogacía en la UBA, y resaltó que han cambiado las condiciones y las oportunidades de estudio a partir de la asunción de Víctor Hortel como director nacional del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
Precisamente con la llegada de Hortel, a los espacios de educación formal se sumaron los de educación no formal, impulsados por los integrantes de Vatayón Militante, en los que se brindan talleres de teatro, murga, tango, muralismo y próximamente de formación política, en los que participan la gran mayoría de los internos.
Diana Pinaso explicó que los talleres comenzaron a dictarse en octubre del año pasado y en este momento hay 23 funcionando en los penales de Villa Devoto, Marcos Paz y también en Ezeiza.
El encargado del taller de teatro, Alejandro Rico, estuvo presente en la jornada y comentó que en este momento en el taller están trabajando sobre una versión del Martín Fierro a partir de improvisaciones.
Durante la jornada, se montó un escenario en el que previo a tocar las bandas de cumbia, distintos grupos de mujeres realizaron coreografías de conocidos temas de cumbia e invitaron a bailar a todos los presentes.
Mientras tanto, se comenzaron a improvisar almuerzos con comidas que traían los familiares y amigos de los internos, mientras que en el escenario los jóvenes agradecían la convocatoria y la oportunidad de compartir una jornada todos juntos, más allá de los penales en los se encontraban.
El clima fue de distensión y festejo y la jornada dio visibilidad a un espacio de interacción en el que las barreras de la libertad se esfumaron aunque sea por un momento.