Cuando la paz parecía haber vuelto al ex Cose tras la revuelta del martes, la fuga de siete internos (tres de ellos recapturados luego) reavivó ayer a la tarde el conflicto en ese centro de detención de menores llamado ahora Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil (SRPJ). La evasión se produjo alrededor de las 19 y la Policía logró alcanzar a tres de los fugados. «Son jóvenes de entre 16 y 17 años. No hubo violencia ni ningún herido», confirmó a Los Andes el juez de menores Gustavo Farmache.
Los internos -no se trataría de detenidos peligrosos- se escaparon del llamado pabellón de admisión, lugar en el que son alojados en cuanto llegan al instituto de detención. A pesar de la custodia, que tras el motín quedó a cargo del Servicio Penitenciario, los chicos lograron escapar. En el portón de ingreso al ex Cose, en Godoy Cruz, este diario dialogó con el director de la Policía, Juan Carlos Caleri: «Ni bien se tuvo conocimiento de la fuga de los siete internos se dispusieron operativos de control en ómnibus y rodados. Además hay operativos en distintos puntos del Gran Mendoza con cuerpos especiales y ya se emitió el alerta a todas las dependencias policiales del Gran Mendoza y a la Policía Vial».
Por su parte, Luis Pérez, operador y delegado de ATE que también se encontraba ayer en el lugar, indicó: «Esta situación viene desde hace unos ocho meses. Se han hecho denuncias de los malos tratos que reciben los operadores por parte de los internos. Además faltan operadores. Deberían haber seis por guardia, pero hay sólo dos o tres».
En cuanto a la fuga, se explicó que los jóvenes saltaron desde la medianera del edificio hacia la calle Río Juramento (cuyo tránsito se interrumpió por esta situación), cruzando también la tela metálica que «protege» el área. «Todo sucedió mientras los operadores estábamos reunidos en asamblea. Los directivos no fijan líneas claras sobre cómo debemos actuar nosotros. Hay un doble discurso», enfatizó Pérez, que tiene a su cargo 58 internos.
Al cierre de esta edición, los cuatro fugados que no fueron recapturados seguían prófugos.
Más personal capacitado
El motín del martes dejó como saldo un interno y cinco operadores heridos. Por eso, sindicalistas, ministros y autoridades del Juzgado de Minoridad y Familia, de la Dinaf (Dirección de Niñez, Adolescencia, Ancianidad, Discapacidad y Familia) y del SRPJ se reunieron ayer para tratar diversos temas en torno a este tipo de revueltas que se producen con frecuencia. El principal punto a destacar es que se llegó a la conclusión de que es necesario contar con personal especialmente capacitado para actuar ante este tipo de situaciones.
Por eso, el ministro de Seguridad, Carlos Aranda, anunció que se hará en el ISP (Instituto de Seguridad Pública) un curso de 10 meses para formar a un grupo de profesionales que pueda encargarse de esta tarea. En este sentido, cabe recordar que hoy una de las problemáticas fundamentales -entre las tantas allí- es que los operadores que atienden a los internos cumplen una doble función: terapéutica y de seguridad.
«Se va a separar la figura del operador terapéutico de la del operador de seguridad. Hemos dejado indicado a la jueza (María Amanda Fontemachi ) que, por ley, los operadores terapéuticos no hacen más requisas ni intervienen en conflictos o motines», explicó Raquel Blas, titular de ATE.
Otro punto a resaltar es que el Gobierno asumió el compromiso de llamar a concurso para el ingreso de nuevos operadores al ex Cose. «Ingresarían unas 20 personas más para cubrir el sistema de reemplazos y la cantidad real que tiene que haber por chico. En el sector de admisión, por ejemplo, que es el de menor complejidad tenemos 50 chicos amontonados y durmiendo en el piso. El Gobierno debe construir una unidad penal juvenil que realmente tienda a la rehabilitación y no al hacinamiento y a la marginación de los jóvenes», continuó Blas.
Informe: Zulema Usach
fuente http://www.losandes.com.ar/notas/2012/11/1/hubo-siete-fugas-cose-malestar-personal-677017.asp