Ismael Cavalotti fue un militar, suboficial del Ejército Argentino, fue pasado a retiro en 1955 por ser leal a Perón y luego encarcelado.
Él tenía pensamiento radical pero fue leal a Perón por ideales, por ideales que el Ejército del que formó parte tenía.
Ideales que hasta el 1955 fueron muy fuertes, pero la denominada revolución libertadora acabó con ellos y dio origen a gran cantidad de problemas que aún continúan vigentes dentro de las fuerzas armadas y de seguridad Argentinas.
La autodenominada revolución «Libertadora» en realidad fue la «fusiladora», porque fusiló a militares y civiles que se opusieron a su gobierno, en un acto de crueldad que quedó registrado a fuego en la historia Argentina.
El regreso de Perón en el ’73, le devolvió a Ismael Cavalotti su rango y fue ascendido a Suboficial Mayor, manteniendo su condición de retiro.
Existen muchos ejemplos como el de Ismael que son desconocidos, que pasan desapercibidos, pero estos hombres también formaron parte de otro tipo de institución militar.
En efecto, podemos señalar que hasta el año ’55 el Ejército fue muy distinto al que vendría a partir de ese año.
A partir del ’55 militares como mi abuelo fueron retirados y expulsados y se le dio cabida a aquellos militares que se alineaban con un país para pocos y con la fuerza que los representaba que era en ese entonces la Marina, conducida por uno de los personajes más oscuros de la historia nacional, como el Almirante Rojas.
Estos grupos que llegaron al poder destituyendo un gobierno democrático y luego fusilaron y asesinaron a sus camaradas de armas y pasaron a retiro a los mejores hombres, fueron preparando el camino para que luego se pudiera producir el terrorismo de Estado.
Ismael Cavalotti era en ese entonces un simple suboficial del Ejército, pero ese suboficial de pensamiento radical fue leal al líder del justicialismo porque privilegió la Constitución, la democracia y las instituciones a su propio pensamiento político. Privilegió lo colectivo a lo individual y eso es lo que hace falta en nuestro país.
De niño cuando mi madre fue presa política, mi abuelo Ismael Cavalotti me crío, me educó en los valores que él había adquirido en sus primeros años cuando entro a la escuela Sargento Cabral: la disciplina, el valor de la palabra, la honestidad, esos valores que él veía conculcados por sus camaradas de armas, que encarcelaron a su hija cuando implementaron la tortura y la desaparición forzada.
Pero llegará el día en que el ejemplo de los militares argentinos vuelva a ser el del General San Martín, que jamás empuñó su espada contra su propio pueblo y donde la figura de los militares como la de mi abuelo sea rescatada del polvo y puesta en el lugar de gloria que se merecen.
Hoy a días de su fallecimiento a los 92 años, con el orgullo y la responsabilidad de haber sido su nieto, puedo decir con la frente alta que militares como él deben ser el ejemplo para futuras generaciones.
Hasta la victoria siempre, Suboficial Mayor Ismael Ricardo Oscar Cavalotti.
fuente http://elsolonline.com/mobile/view/164353/mi-abuelo-un-militar-digno-del-ejercito-sanmartiniano