Como “significativamente valiosa” y “enriquecedora” fue calificada ayer la experiencia del simulacro del juicio por jurados que realizó el Colegio de Abogados de Necochea en la sala de debate del Concejo Deliberante, donde se recreó un caso de homicidio simple en el cual la acusada fue declarada inocente.
La actividad se llevó adelante con la presencia del presidente de la Asociación Argentina de Juicios por Jurados, Héctor Granillo Fernández, quien destacó la importancia de la participación “del pueblo como único soberano” en este tipo de procesos, interpretando que en el país y la Provincia de Buenos Aires “estamos asistiendo a un momento histórico y al agigantamiento de la vida republicana”.
Esta modalidad de juicios se implementará a partir del año próximo para aquellos delitos graves con penas superiores a los 15 años.
Granillo Fernández compartió el estrado en el comienzo de la jornada junto a la presidenta del Colegio de Abogados, María del Carmen Bellomo, y a Mario Juliano, quien fue el responsable de actuar como juez en el caso simulado.
Como fiscal se desempeñó José Cipolletti; la defensa estuvo a cargo de Martín De la Canal y Florencia Angeletti y la imputada fue Daniela Cangiano, actuando como testigos Luz Juliano, Ramiro Pizzi Gader, Julio Zapata y Guillermo Almassio.
El caso simulado que se planteó fue el de una peluquera (Tamara Peña) que ultimó de un balazo a un hombre (Manuel Gómez) con el que tenía una relación sentimental traumática, donde sobresalían las actitudes violentas de la víctima hacia la acusada; celos enfermizos; situaciones de alcoholismo y de adicción a la cocaína.
Los 12 jurados titulares (6 hombres y 6 mujeres) escucharon a los testigos Leandro Barraza (oficial técnico de la escena del crimen); a Leonel González (el cartero que descubrió el cuerpo de la vístima tendido en un departamento céntrico), a Salvadora Morales (dueña de la peluquería donde trabajaba la acusada) y a Juan Pazonna (atiende el bar al cual iba la víctima).
Coincidencias
Los testigos aportados por la defensa coincidieron en señalar a Manuel Gómez como una persona violenta, que se alcoholizaba y drogaba con frecuencia, y que la golpeó a la acusada en un café cuando observó que hablaba con otro hombre.
Tamara Peña, entre sollozos, dijo que había concurrido al departamento de Gómez a devolverle una pistola que él la obligaba a portar y a reclamarle 8.500 pesos que le había prestado, pero se produjo una discusión que terminó cuando el hombre la quiso agredir y ella tomó el arma que había depositado previamente sobre un escritorio, descerrajándole un tiro.
Para el fiscal Cipolletti se estaba ante un homicidio simple con una pena mínima de 8 años y una sanción máxima de 25 años, según lo contempla el Código Penal.
En su alegato, estimó que no se trataba de un caso de legítima defensa ni de emoción violenta, admitiendo que la acusada no había “programado” el homicidio, mostrándose a favor de “perforar los mínimos legales”.
Por su parte, el defensor Martín De la Canal consideró que se estaba ante “un caso de violencia de género” en el cual Tamara Peña se defendió legítimamente.
La acusada tuvo la posibilidad de expresar sus últimas palabras y dijo que “no se trató de un acto conciente”, manifestó no desearle “la muerte a nadie” y entendió que no podía “arrepentirse” de algo que no quiso perpetrar.
Posteriormente, los jurados se retiraron a deliberar (lo hicieron en el bloque que habitualmente ocupan los concejales de la UCR) y, al cabo de media hora, retornaron para sostener que la homicida había sido considerada inocente, habiendo tomado esa decisión por mayoría.
Este caso testigo viene siendo presentado en distintos puntos de la Provincia de Buenos Aires y, cuando se llevó a cabo en Lobería, la acusada fue calificada culpable.
“Ser independiente en la Argentina de hoy es ser doblemente valiente”
Héctor Granillo Fernández cerró la jornada de ayer en el Concejo Deliberante y reconoció que la sociedad les exige a los jueces que sean “superhombres”, para enfatizar que “ser independientes en la Argentina de hoy es ser doblemente valientes”.
En este sentido, el presidente de la Asociación Argentina de Juicios por Jurados puso como ejemplo lo que sucede en el fuero federal, al manifestar que “no hay casi ninguna condena” en las causas que se sustancian en ese ámbito por hechos de corrupción.
Si bien aclaró que su intención no era referirse en términos “peyorativos” a los jueces, lamentó que existen “pseudoelites que acaparan todas las resoluciones” y calificó como “monárquico” al actual sistema de justicia, instando a “superar este resabio”.
“El juicio por jurados no es la panacea, pero se trata de un mecanismo que permite la participación plena del soberano, que es el pueblo”, indicó.
Al reivindicar este mecanismo que se aplicará el año próximo, Granillo Fernández dijo que “es un movimiento en el país que es imparable”, explicó que “todos deben ser respetados y oídos, no siendo necesario que sean académicos” (los integrantes del jurado), a la vez que rescató la labor del juez para “garantizar el debido proceso”.
“Hay que salir de los sagrados estamentos y dale cabida a la gente”, acotó.
En la jornada también intervino el fiscal marplatense Guillermo Nicora, así como presenciaron su desarrollo magistrados del Departamento Judicial local; el juez federal Bernardo Bibel; abogados y estudiantes de Derecho.
Un saldo positivo
“Fue una experiencia muy rica y que valió la pena que se realizara”, expresó Rocío Guadalupe Tripiana, una de las integrantes del jurado que ayer consideró inocente a la acusada de un homicidio simple.
La joven, que es licenciada en Comunicación y estudiante de Abogacía, sostuvo que “es habitual que se escuchen críticas hacia la justicia”, pero también rescató que “es muy importante que la sociedad se involucre a través de mecanismos de este tipo”.
“Se trata de la participación en una obligación civil y estaría bueno que la gente la asuma”, comentó.
En relación con el caso del simulacro, manifestó que se realizó una “discusión amena”, donde se “aportaron argumentos” y dijo que, a través de una votación secreta, surgió el veredicto que luego se escuchó en la sala de debate del Concejo Deliberante.
Precisamente, la encargada de ser la vocera del jurado fue Daniela Aquino, quien señaló que “si bien este caso es de ficción, a todos nos puede tocar una situación de esta naturaleza”, para plantear la importancia de decidir sobre la libertad de las personas y subrayar que “frente a la duda debe prevalecer el principio de inocencia”.
Virginia Maldonado estimó que fue una “experiencia hermosa”, opinó que “la Justicia necesita un cambio”, admitió que se la cuestiona bastante y calificó como “un paso adelante” el juicio por jurados.
Andrés Issin reconoció la organización del encuentro y la “invitación al pueblo para que la Justicia funcione”, en tanto que José María Ferrer señaló que “la democracia sirve para estas cosas”, confesando haber vivido la jornada con “mucho apasionamiento”.
Por su parte, Julio Gaitero dijo sentirse “maravillado” porque el “foros ciudadanos como éste permiten la participación del pueblo”. ///