Por falta de programas de asistencia, sólo un 10 por ciento de las personas rescatadas elige quedarse en Neuquén.
Neuquén > El trabajo rural concentra un 70 por ciento de las denuncias por trata de personas en la provincia. Se debe a que la mayoría de las acusaciones que se comprueban refieren a casos de esclavitud laboral, particularmente en chacras del Alto Valle. Por explotación sexual, hubo sólo 10 intervenciones judiciales.
Los datos corresponden al registro de la Comisión Interinstitucional de Intervención contra la Trata de Personas, desde su creación en 2010 hasta la fecha. Este organismo tiene injerencia en todas las investigaciones dentro del territorio provincial y participa incluso de los allanamientos junto a la Policía.
En dos años de funcionamiento, la comisión intervino en 28 inspecciones y logró rescatar a 46 víctimas, de las cuales 36 correspondían a trata laboral. Salvo algunas situaciones aisladas en las que las personas estaban en comercios, casi todas fueron denuncias por trabajo en chacras de la zona que va de Centenario a Añelo.
Interior
Por fuera del Alto Valle, sólo se encontraron tres víctimas de trata en Zapala. En el resto de la provincia no se produjeron rescates porque no hubo acusaciones. Gabriela Roca Allende, una de las referentes de la comisión, adjudicó esta ausencia de denuncias a una “naturalización” del delito. “Seguro debe haber situaciones de trata, pero no las ven”, comentó.
Ejemplo de ello es la experiencia de la comisión en Rincón de los Sauces.
Un grupo viajó a la ciudad para ofrecer charlas sobre el tema, tras constatar que los rescates por trata sexual están vinculados en general a la actividad petrolera. Sin embargo, encontraron poco interés de la población local sobre este delito.
Crear conciencia
Roque Allende subrayó la importancia de “crear conciencia” y relató que muchas de las intervenciones por trata laboral se produjeron gracias a la colaboración de personal de la AFIP, luego de que la Comisión dictara un taller informativo. “Les explicamos cuáles son los indicadores a tener en cuenta y ellos empezaron a avisarnos cuando detectaban estas situaciones”, contó.
Cada víctima que se rescata termina en una denuncia por trata, aunque no siempre se logra que la Justicia mantenga esta calificación delictiva.
Por falta de pruebas, algunos casos se tipifican luego como explotación sexual o laboral, que contempla penas menores.
Dos de cada tres víctimas tienen entre 18 y 33 años y muchas provienen del norte del país, mayormente de Misiones y Tucumán.
El gobierno misionero tiene incluso una oficina de atención a quienes regresan, dado que es una provincia “que tiene como característica muchas situaciones de captación”, según explicó la referente.
Entre los extranjeros que se rescataron, muchos llegaron de Bolivia y República Dominicana. Uno de los métodos para cruzar la frontera es el matrimonio de las víctimas con argentinos. Roque Allende indicó que este mecanismo se usa habitualmente para la trata sexual, “donde encontramos muchas chicas dominicanas que vinieron así, todas casadas”.
Por falta de programas de asistencia, sólo un 10 por ciento de las personas rescatadas elige quedarse en Neuquén, a pesar de que volver al lugar donde fueron captadas implica el riesgo de caer nuevamente en la red de trata. “Es algo en lo que tenemos que trabajar”, observó la especialista.