s fiscales de Justicia Legítima Alejandro Alagia y Javier de Luca expusieron el martes en la Feria del Libro y generaron una fuerte polémica entre juristas. Se cuestionó la posibilidad de adaptar sus ideas abolicionistas a la realidad de nuestro país y se indicó que, incluso, contradicen postulados del juez de la Corte Raúl Zaffaroni, presidente de la comisión redactora del nuevo Código, de quienes son discípulos.

Durante su exposición, Alagia evaluó que el Código Penal en vigor es «conservador» y «producto de una cultura oligárquica». E insistió: «Es sexista, racista y clasista».

«Creo que son libres de opinar», dijo a LA NACION el jurista y profesor de la UBA Miguel Ángel Almeyra, «pero el propio Zaffaroni en su voluminosa obra ponderó la proyección y la lucidez de Rodolfo Moreno [presidente de la comisión redactora del Código en 1921]». El ministro de la Corte había evaluado que este corpus jurídico tenía el mérito de «no responder» al paradigma «positivista, racista y biologisista vigente en esa época».

Por otro lado, hubo cuestionamientos a las expresiones de los fiscales referidas al rol de la pena. Para el director del Departamento de Derecho Penal de la Universidad Austral, Guillermo Yacobucci, «lo principal es que el castigo, per se, no cumple ninguna función, sino restablecer el orden jurídico que quiebra un delito. Eso impide la impunidad».

En su opinión, la pena no es incompatible con el orden democrático, o algo asimilable al «fascismo» como indican los fiscales. «No sólo es compatible, sino que además lo exige la Corte Interamericana de Derechos Humanos [CIDH], que señaló en distintos fallos que las graves violaciones a los derechos fundamentales requieren: prevención, investigación, juicio y castigo».

Polemizó, así, con las expresiones de Alagia, quien había afirmado que «recostarse sobre la pena y el castigo es el camino que siempre han tomado el fascismo y los gobiernos reaccionarios».

En tanto, el presidente de la Academia Nacional de Ciencias Penales, Omar Breglia Arias, explicó que las expresiones de los miembros de Justicia Legítima están en línea con el pensamiento del jurista italiano Alessandro Baratta, quien sostuvo que «al atribuir el carácter criminal sobre una parte de la sociedad, se termina por agotar y consolidar el papel criminal». Sin menospreciar el aporte de ese pensador, dijo que las expresiones de los fiscales fueron «ajenas a la realidad e inoportunas, fuera de lugar en este momento».

En esta misma dirección se orientó Ricardo Gil Lavedra, que integra la comisión redactora del nuevo Código Penal. «Las posturas abolicionistas son ideales, pero no pueden materializarse en la sociedad contemporánea», dijo. Sin embargo, el ex diputado radical coincidió en señalar que la «demagogia punitiva, le atribuye al castigo propiedades mágicas que no tiene», porque, insistió, «la amenaza de la pena no es un disuasivo de por sí».

 

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