Doscientos quince millones de niños y niñas son víctimas de trabajo infantil y casi la mitad de ellos en las peores condiciones de ese tipo de explotación, informó hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Del total global, 127 millones son chicos y 88 millones pequeñas, precisó esa agencia de Naciones Unidas con motivo del Día mundial contra el trabajo infantil, que se conmemora el 12 de junio.
Cuando entran en el mercado laboral, esos infantes quedan privados de la educación y capacitación necesarias para que ellos, sus familias y comunidades salgan del ciclo de pobreza en que se encuentran, advirtió la entidad.
Explicó que los menores víctimas de las peores formas de trabajo infantil están expuestos a maltrato físico, psicológico o moral que puede causarles daños para el resto de sus vidas.
Entre esas variantes de explotación se incluyen la esclavitud, la venta y trata de niños, la servidumbre por deudas contraídas y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento de menores para utilizarlos en conflictos armados.
También están la prostitución y la producción de pornografía, la utilización y oferta de pequeños para realizar actividades ilícitas como la elaboración y el tráfico de estupefacientes y otros trabajos que afectan la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.
La OIT recordó que en 2010 la comunidad internacional adoptó una hoja de ruta para la eliminación de las peores formas de trabajo infantil para el 2016.
Además resaltó los convenios existentes sobre la edad mínima de admisión al empleo (15 años) y otro dirigido a la adopción de medidas para la prohibición y eliminación urgente de las peores formas de trabajo infantil.
Por otro lado está la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, según la cual los menores deben ser protegidos de trabajos peligrosos que entorpezcan su educación o sean nocivos para su salud y desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.
Además, la Asamblea General de Naciones Unidas ha adoptado dos Protocolos facultativos de la Convención para aumentar la protección de los niños contra la participación en conflictos armados y la explotación sexual.