Los preparativos para poner en marcha, en tres meses, el nuevo sistema procesal penal en Santa Fe comenzaron a hacerse visibles en los pasillos de Tribunales: las mudanzas y obras involucran a cuatro juzgados de instrucción, que debieron vaciar sus despachos y trasladarse a trabajar a otro, donde comparten el espacio. Según se indicó, el 10 de febrero once magistrados del actual sistema -?por elección o designación?? pasarán al nuevo. Para ellos, se está ambientando la esquina de Moreno y Pellegrini, en el primer piso del Palacio de Justicia. En esa misma zona, se sumarán siete salas de audiencias orales y públicas a las tres ya existentes. Se estima que los primeros juicios llegarán «siete u ocho meses» después de la puesta en marcha de la reforma procesal penal. En tanto, el resto de los penalistas se quedará con el residual de expedientes en lo que se llama el sistema de conclusión de causas. Para explicar ése y otros aspectos que involucran a los magistrados del nuevo sistema, Rosario/12 habló con Juan Pablo Beltramone, el director de la Oficina de Gestión Judicial de primera instancia, que administrará sus agendas.
Beltramone, ingeniero en Sistemas y Master en Administración de Empresas y Economía, ganó el concurso para ocupar el cargo, previsto en la ley. Al hacer referencia a lo que trae aparejado el cambio en la forma de proceder frente a las causas penales, señaló que los actores «no pueden evitar sentir una fuerte sensación de incertidumbre, mezclada con ansiedad frente al desafío».
El funcionario, que juró el 4 de octubre pasado, detalló cuál será la tarea de la Oficina de Gestión Judicial: «Se reciclará el concepto de juzgados que actuaban en forma independiente, como islas en las que se hacía básicamente lo mismo. Ahora, la oficina unificará esas estructuras que tenían los juzgados, en un solo espacio», indicó el hermano del juez de instrucción Javier Beltramone. Además, destacó que los expedientes serán reemplazados por «carpetas judiciales», con un aspecto «virtual» en el que «sólo se conservarán elementos esenciales del trámite». Habrá además un área de organización de la agenda de audiencias, otra para el registro multimedial de las mismas; y un área de notificaciones.
–¿Esta idea de que los jueces no van a tener más despacho, será expresamente así?
–Los jueces dejan de pertenecer a un juzgado, con su secretario y empleados. No van a tener más un despacho como el que tienen hoy, pero tendrán su oficina con una computadora, un espacio para sus libros, y lo que necesiten. Lo cierto es que la mayor parte del tiempo, van a estar en salas de audiencias. Va a haber una jerarquización de su rol. En la misma audiencia, el juez tendrá que escuchar a las partes y decidir en el momento, cosa que no sucedía con el sistema escrito. Esto va a jerarquizar la tarea de los magistrados. Su función va a ser más demandante y tendrán que desarrollar nuevas habilidades.
Beltramone señaló que la implementación de la oficina «recicla el concepto de juzgado, donde había un juez que conducía a su secretario y sus empleados. Ahora, se rompe ese concepto y la oficina de Gestión asume en ella todas las funciones administrativas que antes estaban desparramadas en cada juzgado. Los jueces ahora, en lugar de ser cabecera de su juzgado, pasan a ser un recurso muy especializado que se dedica solamente a esa tarea para la que están realmente capacitados que es la jurisdiccional», diferenció. «Hay que tener en cuenta que el juez va a pasar mucho tiempo en las salas de audiencias, por eso no necesita un espacio muy grande para estar ocho horas por día o más».
De esa manera, los magistrados «pasan a formar un pool de jueces. Desde el punto de vista mercantilista es un recurso del cual la oficina de gestión los irá tomando a medida que los necesite para asignarles audiencias, con fiscales y defensores. El juez no va a ser como antes ‘el juez de la causa’. Sino que a medida que se soliciten audiencias, irán participando de lo que la oficina les irá agendando», precisó. Además, aclaró que nunca será el mismo juez el que tome decisiones de fondo sobre un mismo acusado.
Para comenzar a implementar en febrero el ansiado nuevo sistema procesal penal, considerado uno de los cambios más importantes en la provincia, empleados y funcionarios colaboraron en el trabajo de mudanzas que se está haciendo en Tribunales. En ese sentido, un magistrado del fuero destacó que «hay gran disposición de los empleados que estuvieron movilizando todo lo que había en los juzgados, hacia otro». En consecuencia, el juzgado de Instrucción Nº 5 comparte espacio en Instrucción 13º; Instrucción 8º, en Instrucción 3º; Instrucción 1º, en Instrucción 7º; e Instrucción 12º, en Instrucción 9º. Además, en el juzgado de Instrucción Nº 4, se amontonaron los fiscales adjuntos designados para investigar en la megacausa de la banda Los Monos, que instruye Juan Carlos Vienna.
Si bien el nuevo sistema comenzará a funcionar con 11 jueces, cuando esté en plena vigencia se espera que paulatinamente vayan sumándose los más de veinte magistrados que en principio quedarán con las viejas causas en el sistema residual. Se estima que llevará dos o tres años hasta cerrar esos expedientes. Además, se espera que a fines de 2015 o en 2016 estén finalizadas las obras en el ex Hospital de Emergencias, donde se construye el Centro de Justicia Penal de Rosario, con espacio para jueces, fiscales y defensores.
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