Panizzi le dijo a Jornada que la Oficina “fue un proyecto mío que comencé a elaborar en 2009, tras un convenio como presidente del Superior con la vicepresidente de la Corte Suprema de la Nación, a cargo de la Oficina de la Mujer, Elena Highton de Nolasco. Hubo un trabajo muy intenso”.
-¿Qué actitud hubo de los demás ministros?
-Nunca conté con el acompañamiento de mis colegas para que el proyecto se implementara rápidamente. Algunos lisa y llanamente se oponían a la creación de este organismo. En este tiempo hasta hoy capacitamos a varios funcionarios: los hemos enviado a Salta y a Tucumán con fondos de UNICEF al Foro de Oficinas de la Mujer; hemos formado replicadores en perspectiva de género del Poder Judicial. Así se formaron la jueza de Cámara de Comodoro Rivadavia, Silvia Alonso; el juez de Familia de Rawson, Martín Alesi; Mariela González y del Superior, Gabriela Benedicto. Es decir que hay funcionarios que fueron capacitados para esto.
-¿Qué sucedió en el medio?
-Finalmente se designó a una persona que no acredita ni la idoneidad que se requiere para el cargo ni el compromiso social, la sensibilidad o la vocación comunitaria, con lo cual se le hizo un presente griego a la funcionaria designada, porque es un órgano que nace deslegitimado y cuyo único destino es el fracaso. No va a poder cumplir con los propósitos de acuerdo a la incumbencia y competencia que yo había perfilado.
-¿Usted qué quería?
-Desde siempre propuse que el cargo fuese llenado por concurso para tratar de elegir a la mejor persona, pero no lo hicieron. Los ministros de la Sala Civil obraron a mis espaldas y concertaron esta designación previamente a que impusieran su mayoría en el Acuerdo. De modo que han obrado en forma inoperante pero ineficaz.
Contra Ripa
-¿Por qué cree que lo hicieron?
-Esta maniobra se debe a que si el cargo se concursaba, ellos creían, como yo también lo creo, que lo hubiera ganado Mariana Ripa, y entiendo que ellos no querían que eso sucediera.
-¿Por qué?
-Probablemente por su estirpe partidario-política o quizás no les cae bien o no les importa. El hecho de designar una funcionaria que no acredite antecedentes en materia de perspectiva de género, que no surja de un concurso y que la designada no cuente con la especialidad o no pueda acreditarla, muestra a la claras cuál es la importancia que le dan los ministros de la Sala Civil a un organismo como la Oficina de la Mujer y a la necesidad de cumplir con los pactos internacionales de introducir la perspectiva de género en el Poder Judicial. Esto muestra claramente cuál es la importancia que ellos le dan a un organismo así. Vemos con frecuencia cómo suelen designarse en este tipo de cargos a personas frívolas o de bajo perfil, con el mismo propósito de que nada cambie. Este es un cargo ideal para María Rachid, no para la Susanita de Mafalda.
Panizzi aclaró que sus dichos son “sin desmedro de la funcionaria que designaron, que me consta que es muy buena y trabajó conmigo, pero tampoco cuenta con la especialidad ni con la formación ni con capacitación alguna”. Según el ministro, los funcionarios que nombró “los hemos capacitado dentro y fuera de la provincia en perspectiva de género, de manera que es un proyecto que se frustra y es un organismo que nace deslegitimado, como la designación, que dejando de lado a la designada, que nada tuvo que ver, fue hecha arteramente por los ministros de la Sala Civil”.
Palos en la rueda
-¿Lo hicieron a conciencia?
-Ellos sabían que era un proyecto mío. Tanto lo sabían que muchísimas veces me pusieron palos en la rueda y muchísimas veces se han opuesto a su creación y terminaron birlándomelo; me lo quitaron con malas artes.
-¿La Sala Civil tiene algo personal contra usted?
-No lo creo, yo creo que a veces los seres humanos hacemos las cosas porque somos estúpidos a secas. Simplemente a veces las emociones hacen que nos equivoquemos y nos conduzcamos con cierta estupidez. No creo que haya nada personal contra mí, pero sí probablemente contra Ripa. Ya entro en el distrito de la conjetura y a fuerza de ser sinceros, entiendo que como yo, ellos creían que si se abría un concurso lo iba a ganar o Mariana Ripa o alguien que viniera mejor que ella. O en todo caso, si ellos querían que el cargo fuera ocupado por la persona que finalmente se designó, ¿por qué no hacerla concursar?
-En este escenario, ¿cuál es el futuro de la Oficina de la Mujer?
-No tiene otro destino que el fracaso, precisamente porque nace con una mácula: que el autor del proyecto se opone a la implementación del organismo en estas condiciones. Ésa no es la idea.
-¿Esto se los dijo así a los demás ministros?
-No, se los dije en términos mucho más vehementes.
-¿Qué opinaron los dos de la Sala Penal?
-Rebagliati estaba ausente y Pfleger también propiciaba que el cargo se llenara por concurso, como manda el artículo 67 de la Constitución. Los ministros podemos designar a un funcionario directamente porque el reglamento lo permite, pero eso es cuando el funcionario va a trabajar bis a bis con el ministro. Para un cargo general no tiene ningún sentido beneficiar a una persona, actuar arteramente como lo hicieron u omitir el concurso que permita un Poder Judicial de los mejores.#