Varios legisladores porteños apoyaron ayer el inminente debate en el Congreso por la despenalización de la tenencia de drogas para uso personal y el autocultivo. “Aunque éste no sea el ámbito en el que se discuta el tema, pedimos un debate amplio y profundo, como ocurrió con las leyes de matrimonio igualitario, identidad de género, violencia de género y medios audiovisuales”, señaló la legisladora kirchnerista María José Lubertino. A su lado, en un pequeño Salón Oval de la Legislatura, estaba su colega de bancada, María Rachid, quien reseñó un proyecto de regulación del cannabis, confeccionado junto a la Mesa Nacional por la Igualdad, que ya fue acercado a la mesa de entrada del Congreso. “Este es un tema serio, que involucra avances en derechos humanos y la salud pública”, dijo.

En una conferencia de prensa, estas legisladoras y sus colegas Laura García Tuñón (FAP), Rafael Gentili (Proyecto Sur) y María Elena Naddeo, del Frente Progresista Popular (FPP), presentaron un proyecto de declaración de la Legislatura, donde se “vería con agrado” que el Congreso tratara la reforma de la ley actual y garantizara “el derecho de las personas a decidir sobre su propio cuerpo, a la intimidad, a la salud, a la libertad y a la igualdad”. La iniciativa también fue firmada por Aníbal Ibarra, del FPP, y recibió adhesiones del legislador porteño Pablo Bergel y los diputados Mario Fiad, Mara Brawer y Estela Garnero.

“El consumo de drogas no debe penalizarse ni perseguirse, es un tema de salud pública y promoción social del que debe hacerse cargo el Estado y no sólo el sector privado que lucra con esto”, dijo Naddeo. Luego tomó la palabra Rachid. “No hay peor política de salud que la prohibición”, señaló la legisladora y comentó el proyecto que sumó al Congreso y legaliza la producción de cannabis para fines recreativos, medicinales e industriales, además de bajar las penas por comercio a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad. “También incluimos una amnistía a los procesados por consumo o cultivo”, dijo y recibió el aplauso de los activistas presentes.

Por su parte, García Tuñón destacó el impulso proveniente de la última Marcha Mundial de la Marihuana que convocó a 60 mil personas en distintas ciudades argentinas. “Pienso en los pibes y pibas detenidos y encausados por consumir, cuando en verdad la prohibición fomenta el narcotráfico. Por eso pedimos que la nueva ley incluya el autocultivo”, dijo la legisladora. Gentili trazó el panorama del debate: “La discusión está a la izquierda y no a la derecha, que plantea discusiones falsas como que la marihuana te lleva al paco. Al consumo de paco lo fomentan la pobreza, la exclusión y la corrupción policial y política”.

“Hay que pensar a quién lleva la policía para hacer estadísticas y a quién deja libre. Para combatir el narcotráfico en serio necesitamos investigar el circuito del dinero clandestino”, propuso Lubertino. Luego diferenció entre usuarios, abusadores y dependientes y la necesidad de una prevención específica en cada caso. “Tenemos que aplicar también la reducción de daños para quienes no pueden o no quieren dejar su consumo”, dijo. Lubertino, al igual que Naddeo, destacó el fallo Arriola, de la Corte Suprema de Justicia nacional, que declaró inconstitucional penar la tenencia de drogas para uso personal, como basamento legislativo.

Con la mira puesta en la audiencia informativa con la que comenzará el debate en la Cámara de Diputados, fijada para el próximo 5 de junio, habló en nombre de las distintas organizaciones presentes, tanto cannábicas como de reducción de daños, el activista Nicolás Breg, de la Agrupación Agricultores Cannábicos Argentinos. “El autocultivo es la mejor forma de combatir al narcotráfico”, afirmó y recordó el creciente uso de la marihuana como droga de salida de usuarios problemáticos de otras sustancias, como el alcohol.

Entre el público estaba Verónica Russo, de la Red Argentina por los Derechos de los/las usuarios de drogas (Radau), quien señaló a Página/12: “La criminalización es lo peor. Podemos cambiar la ley, y eso es bueno, pero también hace falta una política de drogas”.

 

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-194757-2012-05-24.html