El todavía oscuro incidente que se desató en la Alcaidía Mayor de la Jefatura de Rosario el viernes pasado se cobró una tercera vida. Darío Escobar, de 25 años, murió ayer por los efectos de las quemaduras que cubrían el 90 por ciento de su cuerpo y la inhalación de gases tóxicos. A pocas horas del hecho había muerto Miguel Angel Saboldi, de 36, y el sábado falleció Guillermo Benavente, de 32. Esta mañana se elevará a la instrucción judicial el resultado de las pericias efectuadas por el gabinete de Bomberos Zapadores sobre el siniestro. El dictamen indicará, según fuentes consultadas, que se trató de un incendio intencional y no de un accidente.
Ese dictamen acompaña la idea de que lo ocurrido fue un atentado para eliminar a cinco hombres que estaban en el mismo lugar, el sector B del pabellón 3, detenidos desde ocho días antes cuando los apresaron en una chacra de Alvear en la que se hallaron 19 kilos de droga. El propósito habría sido silenciar para siempre a los que pudieran dar pistas sobre los niveles superiores de la red de narcotráfico implicada. Según fuentes judiciales el campo allanado en Alvear el 4 de abril era un centro de almacenamiento de drogas de un grupo que distribuye en la zona sur de Rosario y en Villa Gobernador Gálvez.
Esta hipótesis implica, de confirmarse, un fenómeno de gravedad institucional inédito en la provincia. Se trataría de la capacidad de una red de narcotraficantes de mover sus hilos dentro de la cárcel para producir el exterminio de personas con las que el Estado tiene responsabilidad de cuidado.
Voz esperada. La ex mujer de Miguel Saboldi se llama Norma Acosta. Hoy declarará (ver aparte) como testigo en el juzgado de Instrucción a cargo de María Luisa Pérez Vara. Su testimonio es esperado porque desde el viernes repite que el mortal incendio fue un ataque ordenado desde afuera y les pone nombre y apellido a los que, según ella, son sus impulsores. Acosta afirma que cinco minutos antes del sabotaje su ex pareja le mandó un mensaje de texto diciéndole que querían matarlo. En el hecho la mujer involucró al intendente de Villa Gobernador Gálvez, Pedro González, y a Luis «El Pollo» Bassi, un barra brava de Newell’s de 32 años que tiene causas penales en trámite por graves delitos, y escuchas telefónicas en el pasado reciente que lo vinculan a tráfico de drogas.
La mayoría de los detenidos en el pabellón 3 le dijeron al defensor general provincial, Gabriel Ganón, que el fuego se había contagiado desde un anafe donde hacían tortas fritas. Pero hay un interno que mencionó en el sumario que existió una pelea entre dos grupos. Los cuatro sobrevivientes de la chacra de Alvear fueron trasladados a Piñero, entre ellos el dueño de esa finca, Diego Cuello. Los tres a los que se les adjudica ser los agresores están en Coronda.
Dos asesinatos. Sobre todo este terreno aparece escenificada una sangrienta disputa por el control y el comercio del mercado de drogas. En la semana posterior a la detención en la chacra de cinco hombres y una mujer, hubo en Villa Gobernador Gálvez cinco homicidios. Dos de ellos, ocurridos el pasado martes 9 de abril con horas de diferencia, sugieren conexiones significativas con los nombres implicados en toda esta trama de narcocriminalidad:
u A Fabio Hernán López, de 26 años, lo despertaron cuando dormía en su casa de pasaje 8 al 2200. Dos encapuchados tiraron abajo la puerta y lo acribillaron con cinco balazos delante de su mujer y de su hijo de 14 meses. Según la crónica del diario «El Ciudadano» varios vecinos de López lo vincularon al narcotráfico. Los familiares de López le dijeron al cronista de ese diario: «Andá a preguntarle al Gordo González quién lo mató». La ex mujer de Saboldi sostuvo que «El Negro López» era amigo de su marido y sugirió que este crimen se explicaba por lo de Alvear. Fuentes policiales señalan que Fabio López «era jugador» de Cuello.
u A Tomás Emiliano Arce, de 25 años, lo mataron de dos disparos en la cara. Lo hallaron tendido en un pasillo de 20 de junio al 100 bis. Arce, que estaba evadido de prisión, estaba acusado de ser el autor de un ataque a tiros contra dos hombres en Comandante Espora al 100 bis, el 8 de febrero. En ese hecho murió Ezequiel Martínez y fue herido Maximiliano «Hueco» Medina. A Martínez y Medina se los reconocía como personas del entorno de Bassi. La ejecución de Arce sería para vengar el ataque contra ambos.
Tiros a la remisería. Hay una pista más que coloca a López y a Arce como enemigos del Pollo Bassi. El 18 de marzo pasado dos hombres jóvenes en moto balearon el frente de la remisería de la familia Bassi, en 20 de Junio y Chile, hiriendo a un chico de 14 años, Juan Ignacio S., quien fue operado de urgencia. Al ser baleado, este chico estaba junto a un hijo de Marcelo Bassi, un hermano del Pollo. Para la pesquisa de la Unidad Regional II los que iban en la moto serían López y Arce.
El Pollo Bassi está implicado en homicidios consumados y en tentativa. Su padre, Luis Bassi, fue candidato a intendente en las últimas elecciones. Es estrecho amigo del intendente Pedro González, de quien fue chofer personal durante la década del noventa.
La hipótesis principal de la investigación judicial y policial es que lo ocurrido en la Alcaidía es un coletazo que procede del descubrimiento en la chacra de Alvear de un centro de almacenamiento de drogas de gran dimensión. La detención de personas vinculadas a conspicuos nombres del narcotráfico y al delito ordinario abrían caminos para escalar en las investigaciones. La idea es que se buscó acallar esas voces.
La pelea. La investigación sugiere que los colchones de goma espuma fueron acumulados en un sector del pabellón y encendidos por detenidos que pelearon para lograr su cometido. Su rápida combustión generó quemaduras e inhalación tóxica en los internos que estaban más lejos de la salida al patio, en los sectores B y C. Entre ellos estaban las víctimas fatales.
La ex esposa de Saboldi insistió en que la droga hallada en Alvear fue plantada. Si bien efectivos de la policía provincial tienen una tradición, notoria en juicios orales, de apelar a esos métodos corruptos, en este caso parece muy poco verosímil. Primero porque el volumen de lo incautado, 7 kilos de cocaína y 12 de marihuana, es mucha sustancia. Además porque en el lugar se hallaron 150 mil pesos de baja denominación, distintivos de la venta de estupefacientes.
Crítica del defensor Ganón
El defensor provincial Gabriel Ganón sostuvo ayer en Twitter que “la perito forense Silvia Cavallini aseguró que la víctima murió por asfixia, al respirar monóxido de carbono en alta concentración y caliente”. “La perito también aseguró que el cuerpo no tenía ni quemaduras ni heridas de arma blanca”, añadió. “Alegar que hubo peleas para tapar la negligencia en el manejo de la emergencia es intolerable”, sostuvo el funcionario