Unas 14 personas murieron y una sobrevivió en el incendio este sábado de un centro de rehabilitación por drogas en la localidad invernal de Chosica, 30 km al este de Lima, el segundo en tres meses en el Perú, informó a la AFP Elena Cabello de la central de bomberos de Lima.
«Se han encontrado 14 cadáveres y una persona sobrevivió», dijo Cabello, versión corroborada por Fernando Campos, jefe del equipo de bomberos que estuvo a cargo de la extinción del incendio en Chosica.
«Las puertas estaban con candados, hemos tenido que romper las puertas para ingresar, en el segundo piso las ventanas tenían rejas; no ha sido posible que la gente pueda salir», dijo Campos a la prensa sobre el incendio que estalló en el centro denominado Sagrado Corazón de Jesús, que funcionaba en una vivienda de dos
pisos en Chosica.
Campos dijo que inicialmente se hallaron tres cadáveres, pero que al remover los escombros se dieron con la ingrata sorpresa de contabilizar 14 cuerpos.
Sólo sobrevivió una persona identificada como Luis Zevallos, de acuerdo al informe del jefe de bomberos, cuyo equipo continuaba con la remoción de escombros.
«Estoy vivo gracias a Dios, he podido salvar mi vida. Todo comenzó en la madrugada porque sentí una humareda; como todas las noches estábamos dormidos, tengo dos meses en el centro, todos tienen problemas de adicción», dijo Zevallos a periodistas, sin dar más detalles.
Los familiares protagonizaron escenas de dolor al llegar al lugar. «¡Cómo voy a reconocer a mi hijo!», dijo una madre aferrada a la reja que separaba a los familiares del centro de rehabilitación para adictos.
Una vez terminada la labor de colocar los cadáveres en un vehículo para transportarlos a la morgue, la fiscal Ana María Cuba invitó a los familiares a pasar a la vivienda para darles indicaciones para cuando vayan reconocer a sus parientes muertos.
La casa de rehabilitación tiene un frontis de piedras y plantas, con una amplia puerta de metal pintada de verde.
«Al interior hay dos pisos, donde en el primero funcionaba la dirección, el consultorio sicológico y algunos dormitorios (para los recién llegados), en el segundo piso era exclusivamente para dormitorios», dijo una vecina.
Los primeros informes señalan que antes del incendio se habría producido una pelea entre los internos.
Pablo Céspedes, representante del ministerio de Salud, informó que el centro rehabilitación contaba con todos los requisitos para funcionar y «hace unos meses se le hizo una inspección dándole algunas recomendaciones que fueron absueltas».
Vecinos del local incendiado dijeron que con cierta frecuencia se producían en el lugar peleas y reyertas entre los internos.
El alcalde de Chosica, Luis Bueno, dijo que reglamentar los procedimientos que norman el funcionamiento de los centros «le compete al gobierno, la fiscalización a la municipalidad y el centro como lugar de terapia responde al ministerio de Salud».
El incendio se produce tres meses después que otro siniestro ocasionara la muerte de 29 personas en otro centro de rehabilitación de drogas, en el distrito limeño de San Juan de Lurigancho.
En Perú existen numerosos centros de rehabilitación de drogas que funcionan bajo la denominación de comunidades terapéuticas, ante la falta de camas para acoger a este tipo de pacientes en establecimientos habilitados.
De acuerdo a informes de CEDRO, una ONG especializada en prevención de drogas, en todo el país existen unos 260 centros, pero sólo el 20% de ellos cuentan con licencia y con profesionales para atender a alcohólicos y drogadictos.
Desde hace 40 años el número de camas disponibles por el Estado sigue siendo casi el mismo. El estado tiene 700 camas para un aproximado de 60.000 a 100.000 dependientes a drogas, según estadísticas de CEDRO.
