El secretario de Seguridad, Sergio Berni, visitó ayer la Cámara del Crimen y se reunió con un grupo de camaristas y una cantidad importante de jueces de instrucción penal. El objetivo era dialogar sobre cuestiones de seguridad. Como se sabe, Berni planteó en numerosas oportunidades que los jueces dejan en libertad a personas que –según sostiene– reinciden de inmediato en delitos violentos. El secretario incluso mencionó varias veces en intervenciones mediáticas el reiterado concepto de “la puerta giratoria”, es decir que una persona que es detenida “entra por una puerta y sale casi enseguida”.
En el encuentro estuvieron algunos de los camaristas con más trayectoria, como Gustavo Bruzzone, María Laura Garrigós de Rébori, Rodolfo Pociello Argerich, Alfredo Barbarosh, Mariano Scotto y otros. Hubo camaristas que no concurrieron a la reunión y lo mismo ocurrió con los jueces de instrucción penal: hubo un grupo numeroso que estuvo y otro grupo que no fue.
La realidad hoy es que hay posturas muy distintas, tanto en las salas de la Cámara del Crimen como entre los jueces. Hay casos en que un imputado consigue la excarcelación otorgada por un juez o una sala de la Cámara y no la conseguiría con otro juez u otra sala. Según las versiones que trascendieron, el objetivo de Berni en la charla fue insistirles a los presentes para que adopten actitudes más restrictivas respecto de las excarcelaciones o las libertades. Algunos afirman que el diálogo fue tenso, que hubo magistrados que se retiraron y otros evaluaron que el encuentro transcurrió normalmente.
En la actualidad existen varias cuestiones en las que tendrían que combinarse funcionarios de Seguridad, de Justicia y jueces:
– Los hombres del Servicio Penitenciario sostienen que no hay más lugar en la Alcaldía de Tribunales y, en general, que no tienen lugares para alojar más presos.
– Los jueces dicen que los peritajes, incluyendo los telefónicos, tardan demasiado. Lo mismo va para el análisis de las cámaras de seguridad. En general, hay quejas con la lentitud de las investigaciones policiales.
– Todos coinciden en que hay que reformar el Código Penal, pero no se avanzó lo suficiente.
La enumeración es mucho más extensa: hay una larga serie de reclamos de uno y otro lado.
Los jueces de instrucción penal y las Cámaras tramitan causas de fuerte impacto: las que tienen que ver con las barras bravas, los homicidios protagonizados en el marco de patotas ligadas al fútbol –en la pileta de Racing, en el estadio de Vélez, en el Bajo Flores, los de la barra de Boca–; el caso Angeles, el supuesto violador serial de Villa Urquiza que fue apresado y dejado en libertad y todas las relacionadas con robos u homicidios en la Capital Federal. No quedó claro si las reuniones entre Berni y los jueces serán periódicas.
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