Se trata de Julio Demetrio Petra, a quien hoy le fue aceptada su dimisión presentada en noviembre del año pasado. Se suma a los casos de Luis Miret y de Otilio Romano, ambos destituidos. También accedieron a la renuncia del camarista Antonio Endeiza
La aceptación de las renuncias fue publicada hoy en el Boletín Oficial, en sendos decretos que llevan la firma de la presidente Cristina Kirchner, y del ministro de Derechos Humanos, Julio Alak.
Contra Petra hay dos acusaciones. Una ligada a quien fuera su amigo y compañero de sala dentro de la Cámara Federal, Otilio Romano, cuando con una resolución con su firma -en octubre de 2011- apartó al juez federal Walter Bento de la investigación que había iniciado contra el camarista y que demoró por un tiempo las declaraciones del magistrado, hasta que la nueva Cámara lo inhibió para intervenir en los casos de delitos de lesa humanidad.
La otra imputación está ligada al dictado de falta de mérito contra Luis Stuhldreher (segundo jefe del Comando Militar que operaba en la sub zona 3315, es decir con jurisdicción en todo el sur mendocino, durante el año 1975), por la desaparición forzada de Aldo Fagetti y que incluye además otras 19 causas más de delitos de lesa humanidad.
Pero además de esas imputaciones, Petra tiene otras demandas en la Justicia. Una es por la liberación sin razón de Osvaldo Martel, torturador de la jueza de Garantías de San Juan Margarita Camus mientras estuvo detenida en el penal de Chimbas, a partir del 25 de noviembre de 1976.
Otra es por haber liberado a represores masivamente en tierra cuyana. Ese fallo lo suscribió junto con Carlos Pereyra González, quien renunció cuando un Tribunal Oral puntano lo denunció por encubrir torturas siendo secretario.
Petra era hasta el año pasado el presidente de la Junta Electoral Nacional de Mendoza, y presidente de la Sala A de la Cámara Federal de esa provincia, que se encarga de las causas penales.