La carrera universitaria del candidato oficial a procurador general Daniel Reposo en la Facultad de Derecho duró casi ocho años, incluyó ocho aplazos y terminó con un promedio total de 4,72, que se eleva a 5,5 si se contabilizan sólo los exámenes aprobados.

De acuerdo con el certificado analítico emitido por la Universidad de Buenos Aires, Reposo rindió tres veces Filosofía del Derecho y Derecho Constitucional II, hasta que las aprobó. Pero entre todas las áreas del derecho, su peor desempeño fue en Penal: aprobó las dos materias del área, Derecho Penal I y Derecho Penal II, con 4, la nota mínima, y Procesal Penal, con 5. Penal I y Procesal Penal las pasó en el segundo intento. La primera vez obtuvo un 2 en ambas.

De su currículum no surge que haya cursado estudio alguno sobre esta materia después de recibirse de abogado, pero si el Senado aprueba su postulación, Reposo -que tendrá la misma jerarquía que los jueces de la Corte Suprema- se convertirá en el jefe de los fiscales: ellos se desempeñan, en su mayoría, en el fuero penal y son los responsables de impulsar las investigaciones.

Además, será quien diseñe la «política criminal» y eso lo autorizará, por ejemplo, a instruir a los fiscales sobre qué delitos deben perseguir con mayor énfasis; también podrá indicarles cómo interpretar las normas. Las calificaciones universitarias de Reposo figuran en el certificado analítico de la carrera emitido el miércoles pasado por la Universidad de Buenos Aires a pedido del presidente del bloque radical en la Cámara de Diputados, Ricardo Gil Lavedra, que incluyó el documento en la impugnación contra Reposo que presentó ayer.

«Las notas no son determinantes, pero como no hay antecedentes ulteriores que las robustezcan cobran un valor fundamental: su currículum exhibe una pobreza insultante para procurador general de la Nación», afirmó Gil Lavedra. «El currículum habla por él -agregó-. Demuestra que es un mentiroso porque lo ha falseado a conciencia y refiere una supuesta diversidad de temas de especialidad que prueba que no sabe nada.»

 

 

 

 

En la documentación que presentó, Reposo -hoy titular de la Sindicatura General de la Nación- afirma que ha disertado sobre temas tan variados como la transformación de América latina, el fortalecimiento del trabajo en equipo, el cambio climático, la situación carcelaria, las microfinanzas y las imágenes satelitales en relación con los sectores socioproductivos en la Argentina. La mayoría de sus exposiciones, no obstante, son sobre los organismos de control.

«Sólo una de las 90 disertaciones que aduce es real y corroborable», dijo a LA NACION el diputado Manuel Garrido, que hace 15 días advirtió, en una presentación conjunta con Graciela Ocaña, que era falso que Reposo hubiera disertado con el secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon. Un día después, Reposo adujo un error de tipeo.

«Salvo una disertación sobre auditoría interna, el resto de las que refiere son falsas, no se pueden comprobar porque no pone datos precisos, son en realidad desayunos de trabajo, palabras de bienvenida en conferencias de otros y visitas protocolares o se trata de meras reuniones de trabajo propias de su cargo en la Sigen», afirmó Garrido, que ayer presentó otra impugnación. En ese documento dice, por ejemplo, que la conferencia sobre cambio climático la organizó la Sigen, pero quien disertó fue el doctor Vicente Barros y no Reposo.

El rol de procurador general requiere, además de una sólida formación, independencia, porque así lo dispone la Constitución. Reposo se definió el año pasado como «un soldado» de la Presidenta y dijo que iba a estar en el lugar donde ella lo considera más «útil». El papel que tiene el procurador en la Corte es otra de sus funciones clave. El dictamina antes de que el máximo tribunal dicte sentencia. Para eso, sus conocimientos sobre la Constitución son de vital importancia. Además de que Reposo debió rendir tres veces Derecho Constitucional II, de su currículum no surge que haya cursado estudios posteriores sobre la materia.

Para elegir al resto de los fiscales, el reglamento de los concursos computa especialmente, en cuanto a antecedentes académicos, la docencia, las publicaciones y los títulos de «doctor, master o especialización en Derecho», y prevé que se tendrá en cuenta la relación de estos títulos con la materia de la fiscalía por cubrir.

La especialidad de Reposo, según su currículum, es el Derecho del Trabajo y Seguridad Social. Entre 1992 y 1993 declara haber cursado la especialización en esta materia en la Fundación Altos Estudios Sociales, donde un año más tarde aprobó la Actualización en Derecho de la Seguridad Social. Su tercer posgrado es una Actualización en Derecho Societario, cursada en 2003 en la UBA. En cuanto a docencia, informa que da clases de posgrado en esa facultad sobre la ley de Administración Financiera (norma que regula el funcionamiento de la Sigen) y que tuvo diferentes cargos dentro de la UBA (que no incluían dar clases)..

 

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/m1/1476567-contin-pag-1-reposo-se-recibio-con-47-de-promedio