En el Barrio España, a minutos del microcentro de Resistencia, un grupo de madres comenzó a movilizarse desde hace algún tiempo. Reclaman garantías; dicen que sus hijos ya no quieren caminar por las calles del barrio que los vio crecer porque se sienten perseguidos por la policía. Desde el pasado seis de marzo a estas madres se sumó María del Carmen Canteros. “A mi hijo primero le pegaron como seis balazos con perdigones de goma y después lo torturaron en la Comisaría 11 porque quiso defender a un amigo del barrio” cuenta a Diario Chaco.
A las siete de la mañana se habrían producido los primeros incidentes entre Michel Fimiani y dos policías que le habrían disparado con perdigones de goma. Minutos después el joven de 18 años intentó hacer la denuncia de lo sucedido en la comisaría de la zona y lo detuvieron por “desmanes”.
“Casi doce horas después lo dejan libre. No quiero pensar que me hubiera pasado si me entregaban muerto a mi hijo” relata María del Carmen al recordar lo que sucedió aquel domingo a su familia. Cuenta que fueron dos los efectivos de la policía los que lo torturaron a su hijo. “Mi hijo recuerda muy bien a dos efectivos, uno que fue el que se presentó disparando con una escopeta en la plaza donde ellos esperaban por un amigo y, otro que dentro de la comisaría lo trituró a golpes, lo torturó”.
La madre que intenta encontrar una explicación a lo que tuvo que soportar su hijo sostiene que “sea cual fuera el motivo el policía no tendrían que haber sacado el arma. Es cierto que mi hijo pudo haberlo provocado pero en ningún momento se justificó tanta violencia”.
“Que se acerquen y lo detengan, pero no que lo torturen. Mi hijo tenía marcas por todo el cuerpo. En el cuello tenía señales de haber sido estrangulado. Sé que le pegaron hasta dejarlo tirado en el suelo, aun en el suelo le siguieron pateando. Esto me contó un compañero de él que también fue golpeado porque mi hijo no recuerda que fue lo que le pasó, lo desmayaron a golpres”.
Fuente: http://diariochaco.com/noticia.php?numero=136287