ROCA (AR).- El pabellón 2 del Establecimiento de Ejecución Penal de Roca está considerado el más conflictivo y peligroso. Desde allí dos internos lograron fugarse ayer a la madrugada sin ser advertidos por el personal policial que se encontraba de guardia en los muros perimetrales. En la búsqueda de los prófugos la Policía logró atrapar a otro delincuente que hace un par de meses había escapado del Penal 1 de Viedma.
Estiman que la evasión se habría producido entre las 4 y las 5 de la madrugada. Pero recién en el primer recuento de internos que se hizo minutos después de las 8 se detectó la ausencia de Pablo Pinuer y Braian Pradera -quienes tienen entre 20 y 25 años- que se encontraban alojados en el pabellón 2.
La mecánica de la fuga fue la habitual: lograron abrir las rejas de su celda que dan justo a un patio interno. Desde allí se «colgaron» del techo y sigilosamente recorrieron unos 50 metros por una especie de pasillo que hay sobre la parte superior del penal, donde habitualmente hay al menos tres perros que acompañan la guardia.
La garita del uniformado se encuentra a no más de 15 metros del lugar por donde lograron escaparse y al parecer éste no habría advertido el movimiento. Así llegaron hasta el frente del Penal. Con una soga casera preparada con sábanas se descolgaron varios metros hasta caer sobre uno de los accesos que antes era utilizado como ingreso de vehículos.
Después de eso, nada les impidió saltar el alambre perimetral y escapar con destino a la zona norte de la ciudad.
Tres horas después y apenas se detectó la evasión, se montó un operativo en ese sector y fue en barrio Quinta 25 que los perros adiestrados que tiene la Policía lograron hallar el rastro de los sujetos. Fue así que llegaron hasta una vivienda donde se encontraba Francisco Reyes, un sujeto que desde hace algunos meses se había escapado de la cárcel de Viedma y que también estaba en la lista de buscados de la provincia.
Se sospecha que los evadidos tomaron contacto con Reyes y es por eso que el rastro los llevó hasta esa vivienda.
Pradera estaba condenado por la Cámara Criminal Segunda de Bariloche por un robo calificado mientras que su cómplice estaba procesado por el asalto a un restaurante de Roca, en una investigación que se tramita en el juzgado de Instrucción 2, de Rubén Norry.
