Advirtieron que la superpoblación de detenidos agudizó el hacinamiento en la cárcel. «Es una situación preocupante y presentamos el hábeas corpus preventivo para que el Poder Ejecutivo provincial se ocupe del tema en lo inmediato», explicó el fiscal de Cámara Carlos López.
El recurso se presentó verbalmente el viernes, tras la inspección que los fiscales hicieron en la cárcel local junto con el juez Arroyo, el secretario de Justicia de la provincia, Marcelo Esteves, y el director del Servicio Penitenciario Provincial, Hugo Cecchini.
Durante la visita constataron que había 115 internos, entre condenados, procesados y detenidos que esperan resolución de su situación procesal. Sin embargo el edificio tiene capacidad para alojar en condiciones dignas hasta 60 personas, advirtieron los fiscales.
En la recorrida constataron exceso de presos en celdas de pequeñas dimensiones, algunas sin ventilación adecuada. Detenidos que tienen que dormir en el piso porque no hay camas. Sólo el pabellón II, que fue remodelado, está en condiciones para el alojamiento de personas. En ese contexto el director del Penal, Leandro Crespo, explicó a los funcionarios que ya no puede seguir recibiendo detenidos porque «no hay más lugar».
Tras la recorrida todos se reunieron en Tribunales para evaluar alternativas a corto plazo. Una opción que se analizó es la posibilidad de utilizar containers para el alojamiento de internos que están en la última etapa de ejecución penal o detenidos que esperan una resolución de su situación procesal. Se trata de containers como los que se usan en la actividad petrolera, con todos los servicios. La idea es emplazarlos en un lote que pertenece a la Policía de Río Negro, cerca del río Ñirihuau. Para avanzar con esa propuesta es fundamental el aval de las autoridades policiales. Esa opción se había barajado meses atrás para la sobrepoblación en el Penal 2 de Roca, pero el Servicio Penitenciario Provincial no encontró aval técnico para su ejecución.
