NEUQUÉN (AN).- «Una es mamá de una nena de tres años y el lunes es su cumpleaños. No sé si se estaba llevando un regalo para ella o para su hija. Ellos tenían la necesidad de un sentimiento», dijo aún conmovido Francisco «Pancho» Gallo, el comerciante al que tres adolescentes le robaron varios peluches la madrugada del viernes.
La policía demoró a dos chicas de 15 años y un niño de11 a pocas cuadras del lugar.
Las dos adolescentes se acercaron horas después al local para pedirle disculpas. «La verdad es que terminé el día muy emocionado. Les dije que estudien, que se cuiden entre ellas.
Un día después de lo sucedido, y con las emociones todavía a flor de piel, aseguró que para él no se trató de un robo común, sino que fue una «travesura de chicos que están muy vulnerables».
Hace 20 años que tiene el local en esa esquina y aseguró que día a día ve a chicos con numerosas necesidades.
A las chicas les pidió que estudien y les regaló los osos que habían querido llevarse. Llamó a la sociedad a ayudar a los chicos vulnerables.
Relató que tras el robo «fui con toda la adrenalina de un comerciante que le va más o menos bien y le roban, pero al llegar y ver que dos de los nenes no llegan al techo del móvil policial con las manitos arriba, te cambia el pensamiento, te cambia la ira. El más chico temblaba como una hoja», recordó Gallo sobre lo que sucedió el viernes a las 4:30 en el comercio ubicado en Leguizamón y Alcorta.
«Nos podemos conmover todos con un granito de arena. Ayudando en la cooperadora de la escuela, en el hospital, en la iglesia, en la comisión vecinal, con un juguete que no se usa, con un paquete de fideos», explicó.
A través del fiscal de Delitos Juveniles, Germán Martín, le hizo llegar a los chicos los peluches que se habían querido llevar poco antes.
«Hay gente que no entendió. Que piensa que yo estoy felicitando a quien hace un robo. Esto yo lo vi como padre, como una travesura de chicos que están en la calle. A estos nenes podemos ayudarlos todos», agregó.
Gallo destacó el trabajo de la policía y de la Defensoría del Niño y el Adolescente.
«La policía los trató muy bien, al más chico les costó agarrarlo porque corría rapidísimo, pero en ningún momento los maltrataron», describió el comerciante.
El fiscal Martín por su parte reveló que en la ciudad alrededor de cinco niños y adolescentes son demorados por día por situaciones de robos o actos violentos.
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