NEUQUÉN (AN).- Fiscales e integrantes de comunidades mapuches dejaron en claro la distinta manera que tienen de resolver conflictos. En un taller realizado en Aluminé, les presentaron el mismo problema y la solución a la que arribaron recorrió caminos disímiles.
«Para ellos, los conflictos son una falla de la comunidad y el abordaje que hacen es comunitario. Para nosotros, es un problema entre individuos», sintetizó el director del área de Mediación de la fiscalía, Ulf Nordenstahl.
El Ministerio Público Fiscal acaba de reconocer a la justicia indígena para resolver algunos conflictos penales. Según se anunció el viernes en Pulmarí, la fiscalía no intervendrá cuando los hechos no afecten gravemente el interés público, ocurran dentro del territorio de comunidades reconocidas por el Estado neuquino y entre sus integrantes. El otro requisito es que la solución a la que se arribe respete los derechos humanos, y sea resuelta por una autoridad legitimada por las comunidades.
El sábado hubo talleres para ensayar el sistema. Se les planteó un problema complejo a un grupo de fiscales y de integrantes de comunidades mapuches, quienes debieron exponer cómo arribaban a una solución.
La fiscalía hizo un despiece del conflicto entre lo que correspondía a la justicia civil y a la penal. Y dentro de esta última, enumeró un concierto de delitos con diferentes imputados y víctimas. Si bien al final se explicó que el caso podría terminar con una suspensión de juicio a prueba, quedó en claro que para arribar a esa conclusión hubo que atravesar un largo y costoso proceso que mantuvo vivo el conflicto durante todo el trámite.
En cambio las comunidades propusieron otro camino: en vez de separar a los actores en víctimas y victimarios como la fiscalía, plantearon que existe un problema de la comunidad en el que todos tuvieron parte de responsabilidad.
Como primer paso para llegar a una solución, propusieron convocar a las partes involucradas, incluida la comisión directiva de la comunidad, y hacer una autocrítica. Entre todos, exploraron luego las posibles soluciones.
Nordenstahl, en diálogo con «Río Negro», destacó esta diferencia respecto de la justicia penal. «Ellos toman lo que sucede como un problema de la comunidad, no entre individuos», señaló.
Detalló también que para arribar a una solución toman en cuenta la opinión de personas que para la justicia penal ni siquiera serían llamadas como testigos.
El director de Mediación explicó que para las comunidades de tradición oral como la mapuche «es complejo recopilar información, dependen de lo que les cuentan los ancianos». Por eso, dijo, «es importante que empiecen a reunirse y hablar sobre la forma» de resolver los conflictos.
Respecto del encuentro entre fiscales y miembros de comunidades, indicó que «la experiencia fue muy buena y va a continuar».
http://www.rionegro.com.ar/diario/la-justicia-mapuche-expuso-sus-metodos-4080780-62202-nota.aspx